Según este periódico, los cachorros llevan varias semanas compartiendo el día a día de la soberana de 94 años en el castillo de Windsor, al oeste de Londres, donde está aislada desde hace casi un año debido a la pandemia de coronavirus.
Durante décadas, Isabel II crió varias generaciones de estos animales, pero el último corgi en su poder murió en 2018.
“La reina está encantada”, dijo a The Sun una fuente del palacio no identificada.
“Aportan mucho ruido y energía al castillo mientras Felipe está en el hospital”, según la misma fuente.
El marido de la monarca, el príncipe Felipe de 99 años, está hospitalizado desde el 16 de febrero en Londres. Esta semana fue operado “con éxito” de un problema cardíaco preexistente y deberá permanecer en el hospital varios días más.
Isabel II también se enfrenta a la crisis provocada por la esperada entrevista que su nieto, el príncipe Enrique, y su esposa Meghan concedieron a la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey, casi un año después de su retirada efectiva de la monarquía y su exilio en California.
En un extracto adelantado por el canal CBS antes de la difusión el domingo de la entrevista grabada, la exactriz estadounidense acusa al palacio de Buckingham de “perpetuar falsedades” sobre ella y Enrique.
La propia Meghan es objeto de denuncias de acoso contra exempleados cuando aún vivía con la familia real, que el palacio se ha comprometido a investigar.
La reina Isabel II recibió su primer corgi, Susan, como regalo al cumplir 18 años en 1944.
Desde entonces, muchos de sus perros han sido inmortalizados junto a ella en fotografías o cuadros oficiales.
“Los corgis son apasionadamente leales y cariñosos, y nunca la han decepcionado”, dijo a The Sun la experta en la familia real británica Penny Junor.
“Y, por supuesto, los corgis rara vez van a Los Ángeles a dar entrevistas”, añadió, en referencia a Enrique y Meghan.