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Cuando Simone y Sven J., residentes en la región central de Sajonia, en el este de Alemania, hablan de Marlon, trasciende la alegría y el dolor a partes iguales.
Marlon es su bulldog inglés nacido el 11 de septiembre de 2018 en un laboratorio de Seúl, la capital de Corea del Sur.
Pero Marlon también es el bulldog inglés que murió seis meses antes del nacimiento de su sucesor, durante una operación rutinaria.
Sven, de 49 años, dice que la muerte de Marlon fue un shock para la familia. Lo habían adoptado de cachorro. "Me hice cargo de Marlon porque iba a ser sacrificado. No podía permitirlo, quería intentarlo", añade Simone.
La mujer de 47 años cuidó al cachorro durante semanas. A la séptima, el animal había mejorado. "La fiebre bajó. Y Marlon se había convertido en un miembro más de la familia", reconoce.
Lo tuvieron cuatro años, hasta su muerte. Tras un consejo familiar, descubrieron la empresa surcoreana Sooam Biotech Research Foundation, líder mundial en la clonación comercial de perros.
Sven dice que, una vez tomada la decisión, fue cuestión de tiempo. Tenían un máximo de cinco días para llevar una muestra de tejido de Marlon al laboratorio dirigido por el Dr. Hwang Woo Suk.
En el proceso de clonación, los investigadores tomaron el material genético de una célula del perro donante y lo transfirieron a un óvulo del que previamente habían extraído el núcleo celular. El embrión creado en el laboratorio fue implantado en el útero de otro animal para materializar el proceso de gestación.
¿El precio? 100.000 dólares (unos 90.000 euros). A Sven le molesta que las críticas se centraran en la cifra. "Cualquiera que pueda permitirse un deportivo por ese dinero es admirado. Depende de cada uno la decisión de en qué quiere gastar su dinero", protesta.
El precio base se mantiene desde el año pasado. Sin embargo, una portavoz de Sooam avisó que podría incrementarse si las células suministradas hicieran necesario un trabajo adicional. Muchos clientes se ponen en contacto con el laboratorio después de que sus mascotas mueren. "Cada hora cuenta, porque las células se deterioran muy rápidamente", avisa.
La atención sobre el primer perro clonado de Alemania decrece y la familia prefiere permanecer en el anonimato. Desde abril de 2019, el nuevo Marlon vive en la región central de Sajonia.
"Se adaptó muy bien", dice Sven, a la vez que reconoce que si el nuevo Marlon hubiera tenido "el 50 o el 60 por ciento del viejo Marlon" habría estado satisfecho. Sin embargo, su propietario asegura que "tiene el cien por cien".
"No pensábamos que fuera posible que su comportamiento y su carácter fueran idénticos", explica, a la vez que señala que hay una pequeña diferencia: El clon tiene una mancha marrón sobre un ojo, mientras que el original lo tenía en la cabeza.
"Puedes pensar que es el mismo", dice el dueño de Marlon, que goza de excelente salud. Es examinado periódicamente, y Sven asegura que este Marlon es tan cariñoso como lo era el anterior.
Mientras tanto, la familia J. es socio de Sooam y enlace con gente de habla alemana que también quiere clonar su animal. "Hacemos esto de forma gratuita y sólo queremos ayudar a la gente que se encuentra en la misma situación que nosotros", dice Simone.
Según Sooam, desde su fundación en 2006 hasta hoy, las clonaciones con éxito ascienden a 1.435 perros. Sooam también está involucrada en la clonación de vacas y cerdos y actualmente dice estar trabajando en la "recuperación y reintroducción de especies de perros en peligro de extinción y otras especies".
El número de clientes se mantiene estable, pero el número de consultas disminuye. "La razón principal es que hay nuevas empresas de Estados Unidos y China en el mercado", explican desde Sooam.
La mayoría de consultas proceden de Gran Bretaña, Japón, Rusia, China y el Sudeste Asiático. Hasta hace dos años, más de la mitad procedían de Estados Unidos.
Ahora hay un segundo perro clonado en Alemania. Su lugar de residencia se mantiene en secreto, como el de Marlon.