¡Auxilio, mi perro no para de ladrar!

Ya sea detrás del portón, de la puerta de casa o cuando aparece otro perro: los perros ladran porque es la forma que tienen de comunicarse y expresar su estado de ánimo. Es lo normal. Algunos de ellos, como los perros de caza, son incluso criados para que ladren mucho y alegremente. Con su ladrido, señalan dónde se encuentran los animales abatidos.

Ni bien suena el timbre, él se larga a ladrar y no hay quién lo frene. Puede ser por mala educación o porque le faltan salidas.
Ni bien suena el timbre, él se larga a ladrar y no hay quién lo frene. Puede ser por mala educación o porque le faltan salidas.DPA

Cargando...

Expertos como la científica en comportamiento Dorit Feddersen-Petersen creen que los perros se acostumbraron a ladrar en el marco de la domesticación porque las personas hacen también ruidos fuertes. Y es que el lobo, de quien desciende el perro, se comunica con aullidos.

"Los sonidos que hacen los perros son sus mecanismos más exitosos para comunicarse con los seres humanos, ya que éstos suelen pasar por alto sus expresiones visualmente más finas", dice Feddersen-Petersen.

El problema es cuando un perro ladra permanentemente y los vecinos se quejan. Pero muchas veces, las causas del ladrido constante e indeseado residen en el dueño. "El perro suele ser entrenado en el ladrido constante e indeseado sin querer", explica la bióloga experta en comportamiento Juliane Bräuer del Instituto Max-Planck para Historia de la Humanidad y Estudios sobre Perros en Alemania.

Es así como el perro aprende a ladrar cuando el dueño toma la correa, se pone el abrigo y quiere abandonar la vivienda. Para el perro está claro que se irá de paseo. "Cuando el perro ladra de alegría y la persona abandona la vivienda con él, el perro siente reforzado positivamente su ladrido. Por eso, es probable que la próxima vez ladre fuerte apenas su dueño tome las llaves", dice.

Para evitarlo, la investigadora recomienda quedarse quieto de pie hasta que el animal se calme y se calle. "Sólo entonces se debería dejar la casa", recomienda. El ladrido indeseado también se ve reforzado cuando el perro recibe su comida a pesar de haber ladrado antes fuertemente para señalar cuán alegre está. En este caso, vale la misma regla: recién hay que darle de comer al perro cuando se haya callado.

Por otro lado, que el perro ladre en el cerco de la casa puede significar que, tras haber sido dejado solo, está llamando a su dueño. "Este tipo de ladrido podría describirse como ladrido de separación. Los lobos que 'llaman' a sus pares pratican una aullido de separación", apunta Feddersen-Petersen.

Desde el punto de vista del perro, este ladrido de separación es lógico, ya que los perros son seres muy sociales que viven en grupos de familias. No entienden cuando el líder de la manada los deja solos. "Los perros deben aprender que su dueño puede dejarlos solos a veces, pero que regresará", dice la psicóloga animal alemana Angela Pruss.

Esto se puede practicar retirándose por unos segundos de la habitación, cerrando la puerta y regresando luego. Esto debe repetirse varias veces al día. Se puede ir aumentando gradualmente el tiempo. Pero cuidado: no hay que regresar nunca a la habitación cuando el perro está ladrando. "Si se regresa, se estaría reforzando este comportamiento", explica Pruss.

Pero, ¿entonces por qué ladra el perro en la cerca cuando el dueño está en casa? "Puede ser que defiendan su territorio o le estén informando a sus pares que mantengan más distancia", explica el experto Gerd Fels.

En ese caso, los dueños deberían dirigir hacia ellos la atención del can. "Para esto puede ser de ayuda una correa larga", señala el criador de perros de pastoreo. Si el perro se comporta mal en la cerca y no reacciona a las órdenes, se le puede dar un tirón suave con la correa. "Si el perro mira al dueño y en caso ideal incluso regresa con él, hay que elogiarlo, acariciarlo y premiarlo", dice Gerd Fels.Angela Pruss completa: "Muchas personas tienen la canasta del perro en el pasillo, lejos de donde se encuentra el dueño". De esta forma, se delega en el perro la responsabilidad de cuidar la casa. Es probable que por esto ladre ante el menor sonido que siente en el pasillo, ya que es probable que se sienta completamente superado por la situación.

“Es algo comparable a un jefe que le da a su secretaria las llaves de toda la empresa y le dice que él se tiene que ir”, afirma Pruss a modo de ejemplo.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...