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Complacidos, hemos comprobado que, aproximadamente a partir del km 100 de la Ruta III, se están rellenando las banquinas hasta nivelarlas con la calzada, medida de muchísima utilidad en la tarea de conducir ya que, ensanchando el área de circulación, permite al conductor ampliar el espacio destinado a los cruzamientos y hasta pueden servir de vía de escape para eludir los adelantamientos indebidos, cosas que no pueden hacerse con banquinas desniveladas que, con la velocidad, desestabilizan el vehículo y pueden ocasionar vuelcos en la cuneta.
Aplaudimos la medida que consideramos una acertada del nuevo rumbo y sugerimos que, conforme a las posibilidades, sea replicada en todas las rutas del país y tenida como norma para todas las futuras construcciones.
Víctor Manuel Ruiz Díaz