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Recientemente una comitiva fiscal policial halló en Lambaré dos depósitos de medicamentos e insumos robados del IPS, del MSP y BS y del Hospital de Clínicas, por un valor estimativo de 300 a 500 millones de guaraníes.
Los medicamentos hallados, muchos de ellos ya vencidos 5 años atrás, nos da la pauta y la razón que este negociado criminal es de muchos años atrás, que pone en juego la vida y la salud del pueblo.
El robo de los medicamentos es debido al pobrísimo control de las farmacias internas de hospitales y centros de salud, y de la falta de informática que facilita el robo de medicamentos y lo más patético y repugnante que el importante lote de medicamentos robados de los entes citados, no solo iban a parar en farmacias cercanas a los hospitales públicos, sino también a los sanatorios y clínicas privadas de las diversas zonas del país.
Los fármacos eran robados de estos servicios principalmente con recetas de firmas falsificadas. El robo de estos fármacos e insumos en gran escala nos da la presunción de que numerosos funcionarios, médicos, farmacéuticos y también políticos están metidos en este deleznable hecho, a quienes no le importaron en lo más mínimo que estos remedios deberían ser entregados gratuitamente a los enfermos más pobres del país.
Suponemos que en todo el país existirían depósitos clandestinos de medicamentos robados y farmacias inescrupulosas que venden estos medicamentos impunemente. Como asegurados del IPS sabemos que roban quienes venden medicamentos por valores superiores al mercado y en el tratamiento médico mueren decenas de pacientes que consumen fármacos que no tienen los componentes que deberían tener. ¡Qué acción tan criminal!
Desde el momento mismo de la compra ya comienzan a robar, desde la farmacia roban también, los medicamentos vencidos vuelven a poner cajas nuevas. Qué pena y congoja siento por tan vil robo, uno rompiéndose el lomo trabajando para aportar y que cuando te enfermes, recibes una atención pésima y encima no tienen los medicamentos recetados, porque fueron robados en las narices de los supuestos controladores.
Este grave hecho criminal nos da la pauta de que la salud pública en el Paraguay está en manos de ineptos y corruptos, que no les importa un bledo la salud de la población.
El caso amerita una investigación profunda y que los culpables, los negligentes o cómplices sean castigados ejemplarmente. Nadie debe quedar impune de este abominable acto criminal y las investigaciones deben hacerse en todo el país para poner fin a este ilícito, repulsivo y perverso que afecta directamente a la clase más pobre del país.
Señor presidente Cartes, usted ha prometido marcar un nuevo rumbo, pero hasta ahora no ha cumplido, usted es el que más proclama la salud gratuita, pero no lo hace. Haga algo controlando y castigando a los funcionarios corruptos de la salud. ¡Es hora de que actúe!
Óscar Patricio Alonso Pérez