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Afirmo esto porque en un momento dado todos nos quejamos de nuestros gobernantes y con mucha razón; porque no tienen la preparación, la capacidad, la idoneidad, el criterio; es más, me atrevo a sostener, a pesar que parece un contrasentido, el ser corrupto en nuestro país pareciera que forma parte de nuestra cultura.
Una de las reglas es: “Mientras estás en el poder tenés que aprovechar”.
Las personas que se postulan no dimensionan que desempeñar funciones importantes y trascendentes es propio de dichos cargos, pero también entiendo que tal vez ellos no son del todo culpables de que estar ahí, la culpa es de quien o quienes los postulan, los lanzan al la rueda política.
Tal vez ellos piensan, como son en alguna medida personajes populares o de la farándula, que tendrían su gente, y eso es importante a la hora de hacer números; y para rematar o completar la mayor cuota de culpabilidad a estos crasos errores políticos somos nosotros.
Nosotros somos culpables porque los votamos, es la causa y el efecto de la mala gobernabilidad. Sí, queridos compatriotas, me estoy refiriendo a las modelos, payasos, los limpiavidrios, entre otros, que se lanzan como candidatos.
No estoy en contra de estas ocupaciones, al contrario, los respeto mucho, pero creo, o más bien sé que el que estudia, el que se prepara, se cultiva, hace cursos, seminarios, masterados, posgrados, etc., va a estar mejor capacitado y lo que aprendió tiene que servirle para tener un mejor panorama, un mejor criterio para poder servir a un pueblo y no servirse de él.
Por qué nos conformamos con decir que así somos los paraguayos. Tenemos que despegar hacia arriba, la cultura no tiene nacionalidad, la cultura no tiene nada que ver con nuestra idiosincrasia, podemos ser muy preparados sin dejar de ser bien paraguayos.
Eleuterio Simón Samudio Franco