El tema ha sido destacado toda esta semana en la prensa local hondureña, tras la denuncia hecha el domingo pasado por el candidato opositor a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, de que Chávez donó 100 millones a Zelaya, quien fue derrocado en un golpe de Estado en junio de 2009.
Los 100 millones de dólares no ingresaron al Banco Central de Honduras, según su presidenta, María Elena Mondragón, quien el jueves informó sobre 263,6 millones de dólares que se recibieron de cooperación venezolana, en tres operaciones diferentes, sobre los que sí hay respaldos e información de en qué se han gastado.
Esos recursos se recibieron a través de los programas Petrocaribe, mediante el cual Venezuela vende crudo a precios y condiciones especiales, y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), según el Banco Central.
Zelaya, cuyo gobierno fue afectado por denuncias de corrupción que involucraron a varios de sus ministros, entre ellos el de la Presidencia Enrique Flores, subrayó el martes que no recibió nunca los 100 millones de dólares de los que informó Capriles.
Sobre los recursos procedentes de Petrocaribe y la ALBA, Zelaya dijo entonces en una rueda de prensa que “todos quedaron en las arcas del Estado el 28 de junio” de 2009, el día en que fue derrocado.
Según él, los fondos “fueron utilizados por el Gobierno de facto” que asumió entonces, encabezado por Roberto Micheletti, “y por esta administración del Partido Nacional” que preside Porfirio Lobo.
Pero según las versiones de medios locales de prensa, los 100 millones de dólares que habría donado Chávez son parte de la ayuda canalizada a través de Petrocaribe y la ALBA.
Micheletti, quien terminó los siete meses de gobierno que le faltaban a Zelaya cuando este fue expulsado del país por los militares, y también Lobo han negado que hayan recibido o utilizado la supuesta donación de 100 millones de dólares.
“Lo que yo sé es que el que recibió (la supuesta donación) tiene que dar cuentas, si lo dejó tiene que decir dónde lo dejó, si los gastó tiene que dar cuenta en qué los gastó. Con los 100 millones esos que dicen, me imagino que los que los dieron y los que lo recibieron son los que tienen que dar cuenta”, ha dicho Lobo.
Micheletti, por su parte, ha afirmado además que la campaña del partido político al que ahora pertenece Zelaya, Libertad y Refundación (Libre), se financia con recursos aportados por Venezuela.
Según Zelaya, un aliado de Chávez, lo afirmado por Capriles son “informaciones periodísticas manipuladas”, porque su Gobierno “no gastó un solo centavo de Petrocaribe, ni un solo dólar del ALBA”.
“Yo lo desmiento (a Capriles) desde Honduras”, expresó Zelaya, quien además considera que “los compinches” que el candidato presidencial opositor venezolano supuestamente tiene en Honduras se “hacen eco de esas declaraciones sin pruebas”.
“No sé dónde van a meter la cabeza” Capriles el domingo próximo, cuando “salga derrotado” de las elecciones por la Presidencia venezolana que disputa con Chávez, añadió el derrocado mandatario hondureño.
En el embrollo también ha surgido la opinión del expresidente Rafael Callejas (1990-1994) quien en declaraciones aparecidas hoy en la prensa, ha recomendado al Ministerio Público “buscar el juicio que se le siguió” a Guido Antonini Wilson, el protagonista principal del llamado “caso del maletín” con 800.000 dólares en Argentina.
Antonini Wilson, un empresario venezolano-estadounidense, intentó introducir ilegalmente en Argentina en 2007 un maletín con casi 800.000 dólares, que, según él, eran enviados por el Gobierno de Chávez para la campaña electoral de Cristina Fernández.
Antonini Wilson “que es un testigo protegido del FBI (Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos) testifica que él vio cómo en la valija diplomática de Petróleos de Venezuela SA se movilizaban recursos (...) en Argentina, Ecuador y Nicaragua”, dijo Callejas, cuyo gobierno (1990-1994) también se vio salpicado por presuntos actos de corrupción.
Al escándalo de los 100 millones de dólares, que no aparecen por ninguna parte, se ha sumado una cadena de acusaciones entre dos exministros de Zelaya, Enrique Flores y Jorge Rodas, por 40 millones de lempiras (dos millones de dólares) que en 2009 fueron sacados en carretillas del Banco Central de Honduras.
Esos millones, cuyo paradero tampoco se sabe, eran para la Secretaría de Seguridad, según Flores, pero Rodas, exjefe de Inteligencia del Ejército y quien ahora está en Estados Unidos, asegura que el primero se quedó con ellos y que lo demostrará con documentos cuando regrese al país centroamericano.
El Ministerio Público ha anunciado que se reabrirá el caso sobre las denuncias contra Zelaya, a quien la justicia le anuló demandas judiciales por presunta corrupción y abuso de autoridad para que pudiera regresar al país en 2010, en el marco de un acuerdo político en el que mediaron Colombia y Venezuela.