“Como él no ha podido venir, estamos aquí nosotros para juramentar (sic). Porque lo queremos”, dijo Cleofelia Aceros, una de las decenas de miles de seguidores de Hugo Chávez reunidos este jueves en el centro de Caracas para una toma de posesión simbólica en nombre del presidente, enfermo en Cuba.
“El pueblo está con él, los que lo amamos estamos a la vanguardia siempre preparados para salir a apoyarlo”, agregó Aceros, de 23 años, que viajó desde el estado de Guárico (centro) para asistir a este acto convocado por el gobierno frente al palacio presidencial de Miraflores.
Con esta joven coincidió Ana: “Como él no puede porque está enfermo, nosotros venimos a hacer un juramento ante la Constitución y ante el pueblo”, dijo mientras caminaba por la avenida Urdaneta, copada por una marea roja de chavistas -color que identifica al partido oficialista PSUV-.
Tras ser reelecto holgadamente el 7 de octubre, el gobernante debía iniciar este jueves su tercer mandato, pero su investidura se postergó hasta que esté en condiciones de hacerlo, según determinó el miércoles el Tribunal Supremo de Justicia.
Al igual que varios de los asistentes a este acto, Pedro Brito, un profesor de 60 años, viajó varias horas en autobús desde la ciudad de Puerto La Cruz (noreste) para apoyar al mandatario, que hace un mes viajó a La Habana a someterse a su cuarta cirugía contra el cáncer que padece desde 2011.
“Si Chávez hubiese venido hoy a juramentarse, también hubiese venido. No cambia nada que no esté, lo tenemos dentro del corazón”, dijo tocándose el pecho Brito, vestido con una camiseta roja que llevaba la frase “Yo soy Chávez”, un eslogan que ha difundido mucho el gobierno.
Cargando también una banderola con la frase “Chávez corazón de mi patria”, Brito agregó: “Amo al presidente, ha hecho mucho por la gente pobre, la que no tenía dónde dormir y comer. Nos ha enseñado a querer mucho al país”, dijo en medio del ambiente festivo de la concentración, que colapsó las pequeñas calles de los alrededores de Miraflores.
En la multitud también se veían mujeres que portaban bandas presidenciales hechas de papel con la frase “Yo soy Chávez” o afiches con el rostro de un joven Chávez junto a la imagen de Cristo.
Mientras, a lo largo de la avenida Urdaneta se instalaron varias tarimas, para a las que niños y adultos, algunos de ellos indígenas, se subieron a expresar su solidaridad con el gobernante.
“Quiero decirle al comandante que aquí está su pueblo unido, que están las instancias del Estado transparentes, que se tome el tiempo para recuperarse” dijo mientras esperaba para subir a una tarima Janette Carrillo, una promotora social de 46 años, procedente de una parroquia de Caracas.
Los miles de simpatizantes chavistas llegaron desde muy temprano a Caracas y viajaron desde diferentes estados del país, atendiendo el llamado del oficialismo a través de la televisión, la prensa o Twitter con la etiqueta “#YoMeJuramentoConChavez”.
“¡Vamos a decirles a los majunches (palabra que usa el oficialismo para referirse a la oposición y que significa mediocres) que el pueblo vino a recibir hoy la silla del presidente!”, exclamó una animadora al público desde una de las tarimas.
“Doce horas de autobús para apoyar a nuestro comandante, porque lo queremos y lo amamos. Si Dios quiere, se curará pronto. Estoy sufriendo mucho, pero estoy segura de que volverá pronto a Venezuela, lo necesitamos” , afirmó Nina Ilarte, de 65 años, que viajó desde el estado de Sucre (noreste) .
Mientras, una mujer gritaba desde otro escenario: “¡Para que se oiga hasta Cuba ’¡Todos somos Chávez!’”, a lo que la gente contestó: ¡Hoy, mañana y siempre!”.
Hacia las 17H00 GMT se inauguró oficialmente el acto, en el que representantes de casi una veintena de gobiernos de la región, entre ellos el presidente de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, pronunciaron discursos de apoyo a Chávez.