Viuda de Marielle Franco mantiene viva la lucha

RÍO DE JANEIRO. “Marielle es símbolo de esperanza”, dijo a la AFP Monica Benicio, viuda de la concejala brasileña Marielle Franco. acribillada a balazos hace seis meses en Río de Janeiro, en un asesinato todavía sin respuesta.

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En la puerta de entrada a su pequeña casa en Tijuca, barrio de clase media del norte de Río, se observa un autoadhesivo con la leyenda “Marielle presente”. Esténcils con los rostros de la pintora mexicana Frida Kahlo y la militante negra estadounidense Angela Davis decoran la pared de la sala de estar.

“Antes, vivíamos en la favela donde nacimos, en Maré, pero nos mudamos en enero de 2017, cuando Marielle comenzó su mandato”, señala la brasileña de 32 años, que ahora vive sola con su perro. Confiesa que quiere volver a mudarse. Mientras tanto, Benicio recorre el mundo para mantener viva la memoria de Franco en eventos de promoción de los Derechos Humanos: Buenos Aires, Ginebra, Lisboa, Londres, Atenas, París.

Su agenda hasta fines de octubre está completa. Y tuvo que poner en pausa la realización de una maestría. “Todavía siento mucha tristeza, pero me encuentro en una lucha constante, entonces no tengo tiempo para hacer el luto por ella”, admitió con una voz grave cargada de emoción.

Vestida con una camiseta con la inscripción “Você importa para mim” (tú me importas), pies descalzos, su mirada determinada vislumbra un dejo de tristeza en sus ojos marrones. “El dolor es mi combustible. Me impulsa ver a personas que me dicen que nuestra lucha los inspira, que Marielle sigue siendo un símbolo de esperanza”, dice. Su vida cambió el 14 de marzo, cuando su pareja, de 38 años, fue acribillada dentro de su auto en pleno Río junto a su chofer Anderson Gomes, en un episodio que sacudió al país.

Las autoridades prometieron una investigación rápida y transparente, pero, pasados seis meses, no hubo avances significativos. “Me dicen siempre: estamos trabajando, estamos avanzando, pero nunca reportan elementos consistentes”, se lamentó Benicio.

“Como esposa siento un dolor muy particular. Pero como brasileña, es doloroso ver un crimen que fue un atentado a la democracia sin ningún tipo de respuesta seis meses después”, subraya. Para la viuda de la concejala municipal, tener una respuesta al crimen es necesario “no por una cuestión de venganza, sino por una cuestión de justicia, para asegurar que todavía existe un Estado de Derecho en Brasil”.

“Más que saber quién jaló del gatillo o quién pagó por ese asesinato, lo que me intriga es: ’¿por qué Marielle?’”.

Marielle Franco estaba fuertemente comprometida en la lucha contra el racismo y por los derechos de la comunidad LGBT. Pero también denunciaba la violencia policial y los abusos de las milicias paramilitares que gangrenan Río.

“Es obvio que incomodaba a mucha gente. Pero no imagino una razón específica para un crimen de tales proporciones”, afirma su viuda. Víctima de amenazas, la ahora activista hizo un llamado a la Organización de los Estados Americanos (OEA) para presionar al gobierno brasileño y obtener protección policial, que recibe desde agosto.

A tres semanas de las elecciones, Benicio se congratula de ver la herencia de Franco en la candidatura de otras mujeres negras. “El asesinato de Marielle tenía un mensaje claro de silenciar todo lo que representaba. Pero esas mujeres decidieron dar un paso adelante para disputar espacios de poder”.

Y se emociona cuando recuerda la inauguración de la escuela que lleva el nombre de Marielle Franco, en la favela Maré. “Una de las niñas de seis años contó que antes se alisaba el cabello, pero que ahora se dejó un corte afro muy parecido al de Marielle”.

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