Muñoz criticó en una entrevista con Radio Cooperativa el “doble discurso” de las autoridades bolivianas, pues pretenden verificar las denuncias de supuestos atropellos a los camioneros bolivianos en los puertos de Arica y Antofagasta mientras en su país se producen bloqueos de carreteras por parte de los transportistas.
“Es una provocación y además con cero credibilidad porque hay un descaro: vienen a Chile con el ánimo supuesto de denunciar abusos a los camioneros bolivianos, cuando en este momento hay anunciado un paro nacional de camioneros bolivianos en todo el territorio boliviano”, apuntó.
La comitiva boliviana, de casi 60 personas, está integrada por autoridades, parlamentarios, dirigentes de los transportistas y una treintena de periodistas. La delegación llegó este domingo a Arica, donde hoy tiene previsto visitar las instalaciones del puerto para constatar el cumplimiento del libre tránsito para la carga de su país que contempla el Tratado de 1904.
El jefe de la diplomacia chilena subrayó que la comitiva boliviana no ha solicitado autorización formal a las autoridades portuarias y se trata de una visita privada, por lo que deberá ceñirse a la normativa vigente. “Se hará a la hora que corresponda y que la autoridad del puerto defina, y en un número limitado porque no pueden entrar casi 60 personas al puerto e interrumpir los trabajos”, explicó.
El Gobierno boliviano ha acusado varias veces a Chile de incumplir el Tratado de 1904 al definir unilateralmente las tarifas para la carga boliviana en tránsito o prohibir que esa carga se almacene a granel en el puerto, entre otros temas. Muñoz afirmó hoy que los términos del tratado se cumplen y acusó a la Aduana boliviana, que tiene oficinas en los puertos del norte del país, de aplicar recargos que encarecen el comercio.
El canciller lamentó también las palabras del presidente Evo Morales, que en su cuenta de Twitter le pidió a su homóloga de Chile, Michelle Bachelet, que no tema a “patriarcas” como el propio Muñoz y trabajen juntos por el bien de sus pueblos. “Es un agravio a la presidenta porque suponer que yo me mando solo, me parece insólito”, dijo Muñoz, quien consideró que ésta es la reacción habitual del gobernante boliviano cuando los otros no comparten su punto de vista.