Durante la inauguración del trigésimo octavo periodo de sesiones del Consejo de Gobernadores del FIDA que se celebra hasta mañana en Roma y en el que participan líderes del sector del desarrollo, jefes de Estado y representantes de gobiernos, el nigeriano Nwanze aseguró que se está “pagando el precio de la inacción” y de la falta de atención a las zonas rurales.
Puso como ejemplo “la devastación” que sufren países como Guinea, Liberia y Sierra Leona a causa de la crisis del ébola, que se ha cobrado más de 9.000 vidas y ha infectado a más de 23.000 personas.
El presidente del fondo señaló que la propagación se debe a que durante cuarenta años “el virus del Ébola ha sido una enfermedad del mundo olvidado, el mundo invisible, el mundo rural”.
Por esta razón, Nwanze exhortó a los Estados miembros a “contrarrestar la desigualdad de ingresos, resolver la malnutrición infantil crónica y evitar sus terribles consecuencias”, mediante la inversión en las zonas rurales “donde la pobreza está más arraigada”.