Esta exhibición en la antigua Saigón coincide con el polémico patrocinio de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 por parte de la empresa química Dow Chemical, principal suministrador del agente naranja al ejército estadounidense durante la Guerra de Vietnam (1955-1975).
“Esta sustancia tóxica sigue causado malformaciones a los recién nacidos, además de serios problemas en la salud de la población local y en el medio ambiente”, indicó a Efe Mai The Chinh, director de la Asociación de Víctimas del Agente Naranja en Vietnam.
Unas 70 fotografías, que conmemoran la fecha en la que la aviación norteamericana comenzó a rociar esa sustancia tóxica sobre el territorio vietnamita, reflejan el gran esfuerzo que las víctimas del potente herbicida tienen que realizar para cumplir las tareas de la vida cotidiana y la lucha durante décadas para reclamar justicia.
A pesar de la opinión pública internacional, Dow Chemical sigue sin compensar a las víctimas afectadas por el material tóxico que fabricó y sin participar en las tareas de descontaminación de la tierra afectada, denunció el director de la asociación de víctimas vietnamitas.
En mayo de este año, el ministro de Deporte de Vietnam, Hoang Tuan Anh, emitió una carta de protesta al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, después de que este aceptara el patrocinio de Dow Chemical en uno de los estadios de la cita olímpica y se cerrara un acuerdo de 10 años en 2010 valorado en 100 millones de dólares (80 millones de euros).
El Gobierno de Vietnam manifestó su “preocupación” por esta decisión e hizo un llamamiento en la misiva para que se “reconsidere” el acuerdo y se pida a la empresa química que “cumpla sus responsabilidades con las víctimas del agente naranja”.
“El objetivo fundamental del movimiento olímpico es promover la buena salud, la igualdad y el progreso de la humanidad, creemos que la aceptación de Dow Chemical por parte del COI es una decisión apresurada”, reza la carta del Gobierno de Vietnam.
Más de 80 millones de litros de agente naranja fueron vertidos por las fuerzas aéreas de Estados Unidos desde 1961 a 1971 sobre el veinte por ciento del sur de Vietnam con el objetivo de abrasar las cosechas y despejar los campos donde se ocultaba la guerrilla comunista.
Según las estimaciones de la Cruz Roja de Vietnam, unos tres millones de personas se han visto afectadas por este agente venenoso, incluyendo al menos 300.000 niños nacidos con defectos congénitos.
Cerca de cinco millones de personas han estado expuestas al agente naranja, que ha provocado la muerte de más de 400.000 personas, según el ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático.
“Los efectos nocivos del agente naranja han afectado a la primera, segunda y tercera generación, y todavía no sabemos cuántas generaciones se verán damnificadas en el futuro por este tóxico”, afirma Mai The Chinh.
Según la consultora canadiense Hatfield, que analizó la zona costera de la ciudad de Da Nang, en las provincias centrales de Vietnam la contaminación de esta sustancia es 400 veces superior a los niveles aceptables.
El Gobierno de Estados Unidos defiende que no hay pruebas de que el agente naranja causara enfermedades masivas en Vietnam, y argumenta que los estudios promovidos por el régimen de Hanoi son incompletos y carecen de suficiente base científica.