El pasado mes de octubre, la Fiscalía de Roma pidió cadena perpetua para los veintisiete imputados en el conocido como “Proceso Cóndor”, que juzga la muerte y desaparición de italianos en el marco del plan homónimo en Latinoamérica en las décadas de 1970 y 1980.
De esos imputados, dos son de nacionalidad boliviana, siete chilenos, cuatro peruanos y catorce uruguayos.
Sendic detalló que viajará a Roma acompañado de representantes de la Institución de Derechos Humanos de su país, además de integrantes de organizaciones civiles, víctimas de violaciones de los derechos humanos durante esos años y una comitiva de la principal central sindical, el PIT-CNT.
“El presidente (de Uruguay, Tabaré Vázquez) ha reafirmado la búsqueda de mayor información. Ayer mismo estuvimos hablando de la reunión que mantuvo con el papa Francisco en el Vaticano, donde el tema estuvo planteado”, manifestó.
A su vez, señaló que el Gobierno uruguayo continuará la búsqueda de información en el seno de las Fuerzas Armadas del país, así como el desarrollo de excavaciones en los predios militares con el fin de hallar restos de cuerpos de desaparecidos durante la dictadura militar.
De igual forma, la Fiscalía pidió la misma pena para el único de los imputados que se ha personado en el juicio, el uruguayo Jorge Néstor Troccoli Fernández, que reside en libertad en Italia tras haber escapado de la Justicia de su país en 2007.
Por otro lado, la parte acusadora pidió la absolución del piloto uruguayo Ricardo Eliseo Chávez Domínguez “ porque no cometió los hechos ” atribuidos.
La Operación Cóndor fue un plan ideado por el general chileno Augusto Pinochet que coordinó la represión de la oposición política en las décadas de 1970 y 1980 por parte, sobre todo, de los regímenes dictatoriales de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.