“Ojalá que estas acciones no se repitan, se lo hemos dicho a los embajadores. Si no, tendremos que evaluar medidas diplomáticas de mayor y más profunda magnitud”, señaló el canciller Jorge Arreaza a la prensa, tras reunirse por separado con los diplomáticos.
El ministro los había convocado para rechazar críticas de sus gobiernos contra el presidente Nicolás Maduro, por la prohibición de salir del país impuesta por la justicia a Lilian Tintori, esposa del opositor preso Leopoldo López.
Arreaza reprochó que los embajadores de Alemania, España e Italia hubieran acompañado a Tintori el pasado sábado al aeropuerto, “cuando pretendió huir del país siendo sujeto de un proceso judicial en Venezuela”.
La esposa de López es investigada luego de que el pasado martes la Policía le confiscará 200 millones de bolívares (unos 61.000 dólares al cambio oficial y unos 11.000 dólares en el mercado negro), una suma inusual en un país con restricciones para el acceso a dinero en efectivo.
Según ella, los recursos serían destinados al tratamiento de su abuela de 100 años.
Tintori tenía previsto acompañar a Julio Borges, presidente del Parlamento de mayoría opositora, a una gira por Europa esta semana en la que se reunirá con el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy; la canciller de Alemania, Angela Merkel, y la primera ministra de Reino Unido, Theresa May.
“Quisiéramos pensar, y así se lo dijimos a los embajadores, que fueron utilizados por la señora Tintori, (que) tenía preparada una rueda de prensa (...) sabiendo que no iba a poder salir”, recalcó Arreaza.
El canciller rechazó en particular una declaración de Rajoy que tildó de “grosera e irrespetuosa”, y un comunicado del Gobierno británico reclamando que Caracas no dejara salir a Tintori.
Para el ministro, que el fin de semana protestó contra el Gobierno de Chile, ese “tipo de expresiones son absolutamente impertinentes y ofensivas hacia la democracia venezolana y sus instituciones”.
Arreaza acusó al canciller de Chile, Heraldo Muñoz, de estar “torpedeando” un posible diálogo en Venezuela, luego de que su homólogo afirmara en Twitter que “se hace difícil creer en una salida negociada” a la grave crisis política.