“El instituto recibió este año un total de 20 cuerpos que corresponden a inmigrantes que al parecer pretendían atravesar el país por la región de Urabá”, dijo a periodistas el director de la entidad, Carlos Eduardo Valdés.
Algunos de los decesos “fueron producto de armas blancas y de fuego, aunque hay un porcentaje importante consecuencia de ahogamiento”, señaló el funcionario, sin que precisara mayores detalles.
El pasado lunes un juez envió a la cárcel a Johan Estiven Carreazo Asprilla y Carlos Emilio Ibargüen Palacio, presuntos responsables del asesinato de una pareja de migrantes cubanos.
Los hechos ocurrieron el 8 de septiembre en la ciénaga de Matuntugo, en el Golfo de Urabá, donde los dos cubanos fueron asesinados con arma blanca cuando pretendían llegar a Panamá por el Tapón del Darién para continuar su camino hacia Estados Unidos.
La llegada de migrantes al país disparó en julio pasado las alarmas en la localidad de Turbo, el principal puerto de la región caribeña del Urabá, en donde al menos 1.000 cubanos se instalaron en una bodega después de que Panamá anunció en mayo el cierre de su frontera.
La Alcaldía de Turbo declaró en ese entonces la calamidad pública y advirtió sobre la presencia en el municipio de más de 3.000 migrantes procedentes de Cuba.
Los extranjeros se acogieron posteriormente a un proceso de deportación voluntaria, confirmó Migración Colombia.