Entre los muertos de la víspera en el complejo de favelas de la Maré (zona norte) figura un adolescente de 14 años, abatido por una bala perdida cuando se dirigía a su colegio, explicó una responsable de educación a TV Globo. Los otros seis se hallaban en posesión de armas, municiones y drogas, indicó el portal G1.
Bruna Silva, madre del adolescente, dijo, en declaraciones reproducidas por la estatal Agencia Brasil, que su hijo podría haber sobrevivido si la policía hubiese permitido con mayor rapidez el acceso de una ambulancia. “La ambulancia demoró una hora. No podía entrar. La policía le ordenó dar la vuelta”, dijo Silva, según Agencia Brasil. “Mi hijo estaba lúcido, estaba bien. Pero cuando la ambulancia llegó él ya estaba rojo, se estaba poniendo pálido y frío”.
En la operación de este jueves, en las favelas de Babilonia y Chapeu Mangueira situadas en el barrio de Leme, en una extremidad de la playa de Copacabana, participaron 1.800 militares, 50 policías, dos equipos de bomberos con brigadas caninas, así como blindados, aeronaves y cuerpos de ingenieros, indicó el Comando Militar del estado (CML) en un comunicado.
El despliegue, con verificación de identidad e inspección de vehículos, apuntaba a “remover barricadas”, precisó.
Los enfrentamientos que desangran a Rio afectaron en las últimas semanas las zonas ricas y turísticas de la ciudad.
El 8 de junio, el servicio teleférico que sube al cerro Pan de Azúcar, que por otra ladera da a las favelas de Leme, cerró durante unas horas debido a un operativo en el que un policía resultó herido. Ese mismo fin de semana, seis cuerpos fueron hallados en el mar y otro fue encontrado en una zona de matorrales.
Los tiroteos aumentaron un 36% en Rio desde que el gobierno brasileño decretó en febrero la intervención de los militares en el área de seguridad, según un informe coordinado por el prestigioso Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (Cesec) de la Universidad Cándido Mendes. Según ese reporte, en los 120 primeros días de intervención también aumentó un 34% la letalidad de la policía, con 444 personas muertas a manos de los agentes. Los homicidios, sin embargo, cayeron un 13% y sumaron 1.794.