“Los rumores infundados sobre las vacunas contra el papiloma humano siguen retrasando o impidiendo innecesariamente el aumento de la inmunización, lo que es crucial en la prevención del cáncer cervical”, dijo Elisabete Weiderpass, directora del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC).
Este centro depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según los datos del CIIC, en 2018 se diagnosticaron alrededor de 570.000 nuevos casos de cáncer cervical en todo el mundo.
Unas 310.000 mujeres mueren cada año por esta enfermedad, principalmente en países de renta baja y media. “Es el cuarto cáncer más común en las mujeres”, afirma el CIIC.
Esta organización estima que si la prevención no aumenta, esta enfermedad puede causar 460.000 muertes al año hacia 2040.
La primera de las medidas de prevención preconizadas es la vacunación contra los HPV, grupo de virus muy corrientes que se transmiten en las relaciones sexuales.
Dos de entre ellos, HPV 16 y 18, provocan 70% de los cánceres y lesiones precancerígenas del cuello del útero, según la OMS, que recomienda vacunar a las niñas de entre 9 y 14 años.
Pero, en un contexto de desconfianza creciente hacia las vacunas, las anti-HPV son objeto regularmente de controversias.
Sus detractores las acusan de originar enfermedades autoinmunes, como la esclerosis en placas (o múltiple), lo que no está corroborado por ningún estudio.
“Para celebrar la jornada mundial contra el cáncer 2019, el CIIC reitera su voluntad de combatir la enfermedad y confirma sin equívocos que la vacuna anti-HPV es eficaz y segura”, insistió Elisabete Weiderpass.
Unos veinte países en el mundo recomiendan que los muchachos también sean vacunados, además de las niñas, para reducir la circulación del virus.
Además del cáncer uterino, estos virus pueden también originar el cáncer de ano y los cánceres ORL, causados por relaciones sexuales bucogenitales.
Francia, donde la vacunación es aconsejada para las niñas de entre 11 y 14 años, reflexiona sobre la posibilidad de extenderla a los muchachos.
Además de la vacuna, la OMS preconiza una estrategia global para luchar contra el cáncer de cuello del útero. Este cáncer “es curable si se diagnostica en estado precoz”, insiste la OMS.