Uruguay, país con 3 millones de habitantes, y que “produce para 30 millones de personas”, aboga por la liberalización del comercio, no sin antes ahondar en el tema de las barreras arancelarias y “aquellas que impiden el comercio”, afirmó Nin Novoa durante un seminario UE Mercosur en la Casa de América de Madrid.
En Uruguay existen 140.000 pymes que suponen el 50% del PIB y el 60% de la mano de obra total del país y su principal problema es la “vigencia exportadora”, ya que se basan en “impulsos esporádicos” y no en periodos de importación y exportación constantes.
Acuerdos como el que negocian la UE y Mercosur, con normas que apuntan al fortalecimiento de las pymes, son “oportunos e importantes”, declaró el ministro.
En este sentido, la sociedad debe ser un actor fundamental en las negociaciones, ya que si la población no ve este acuerdo como beneficioso “habrá dificultades” para formalizar este pacto comercial, según manifestó el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo.
La población aspira a vivir mejor y este tipo de acuerdos son los que mejoran la calidad de vida y las oportunidades, por lo que “debemos tener a la sociedad civil al lado de los negociadores, permitirles opinar y mostrarles lo que se está haciendo”, puesto que solo así “tendremos éxito”, añadió Nin.
Las cadenas de valor están vinculadas al libre comercio y a la libertad comercial, por lo que si hay dificultades para comercializar “no se puede llegar al crecimiento económico y la internacionalización de los países”, aseveró Nin.
“Tenemos la firme convicción que donde hay comercio se genera riqueza y oportunidades para todos”, manifestó el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo.