Velásquez, conocido como “el Paisa”, es el jefe de la columna móvil Teófilo Forero, una de las más violentas y radicales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y considerada como unidad de elite de esa guerrilla, a la que se le atribuyen numerosos ataques a militares y civiles.
“Otra trampa del Gbno Santos: en lugar de poner preso al terrorista 'el Paisa' quieren sacarlo a Cuba”, escribió en su cuenta de Twitter Uribe (2002-2010) , quien pasó de ser un aliado político del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a un fuerte crítico del Ejecutivo y del proceso de paz.
En febrero pasado, las FARC llevaron a los diálogos en La Habana a José Benito Cabrera, alias “Fabián Ramírez”, segundo del jefe del Bloque Sur de las FARC, así como a otros dos guerrilleros: alias “Jairo Martínez” y “Fidel Rondón”.
El candidato a la presidencia por el movimiento Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, apoyado por Uribe, también criticó la posibilidad de que “el Paisa” sea llevado a los diálogos de paz en Cuba.
“De confirmase que el criminal alias 'el Paisa' va para La Habana, sería la puñalada final para la moral de la Fuerza Pública, para la justicia y la democracia colombiana, pero además significa la rendición de los colombianos”, dijo Zuluaga a medios locales.
Según Zuluaga, sacar a guerrilleros del país para evitar que sean capturados pone en riesgo la democracia y golpea la moral de las tropas regulares.
En 1989, “el Paisa” fue capturado por las autoridades colombianas durante una operación en la que fueron incautados 1.000 fusiles y 250 morteros de una red de tráfico de armas que manejaba.
Luego de quedar en libertad, Velásquez ingresó a las FARC y rápidamente escaló posiciones en la guerrilla hasta convertirse en el jefe de la columna móvil Teófilo Forero.
Según las autoridades, “el Paisa” lideró tomas guerrilleras en las que decenas de policías y militares murieron y otros fueron secuestrados.
También se le responsabiliza de asesinatos, atentados y secuestros contra personalidades públicas y contra civiles y de ordenar la colocación, en 2003, de una bomba en el club El Nogal de Bogotá que dejó cerca de 40 muertos y más de 200 heridos, acción por la que fue condenado en ausencia a 40 años de cárcel.