“Un pequeño grupo de mantenimiento de la paz, con unos 200 (efectivos) permanecerá por un tiempo en Siria” , dijo la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders.
Este anuncio se produjo tras una conversación telefónica entre Donald Trump y su par turco Recep Tayyip Erdogan. La partida de los soldados estadounidenses tendría lugar en las próximas semanas, en momentos en que el grupo Estado Islámico está a punto de ser derrotado en su último reducto en Siria. “Le ganamos al grupo EI, es tiempo de volver” , había afirmado Trump el 20 de diciembre, causando estupor entre los aliados de Estados Unidos y en algunos legisladores republicanos.
“Nuestros muchachos, nuestras muchachas, nuestros hombres, se vuelven todos, y se vuelven todos ahora” , agregó. Los países europeos criticaron abiertamente esta decisión, tomada por Washington sin haberlos consultado. ¿Es una buena para los estadounidenses retirarse de manera repentina y rápida de Siria?”, se preguntó la semana pasada la jefa del gobierno alemán Angela Merkel, estimando que esta medida podría reforzar la influencia en este país de Rusia y de Irán, enemigo jurado de Washington.
Estados Unidos pidió ahora a sus aliados en el seno de la coalición internacional anti-EI que se constituya una “fuerza de observación” en el noreste de Siria para garantizar la seguridad de las fuerzas kurdas sirias, que combatieron en el terreno contra los yihadistas y están amenazados por Ankara. La propuesta fue rechazada por miembros de la coalición, entre ellos Francia y Alemania.