Las víctimas se concentran en las provincias de Lanao del Norte, Zamboanga del Norte y Lanao del Sur, todas ellas en la parte noroccidental de Mindanao, con al menos 62, 46 y 18 muertos respectivamente, según el portal Inquirer.
Varias decenas de personas más están desaparecidas a causa de la tormenta que se dirige hacia la isla de Palawan, en el oeste del archipiélago, donde las autoridades han elevado la alerta.
El gobierno provincial de Lanao del Norte declaró el estado de calamidad en esta jurisdicción, la más afectada por el temporal, y en la que el balance de muertos podría subir hasta 80, dijo la vicegobernadora, Maria Cristina Atay, al canal ABS-CBN.
En otras zonas de Mindanao, el paso de la tormenta ha causado numerosos daños materiales y ha dejado bajo el agua diversas zonas urbanas de Cagayan de Oro o Davao, ciudad de procedencia del presidente filipino, Rodrigo Duterte.
En ambas localidades, la policía y servicios de emergencia utilizaron lanchas para rescatar a los vecinos que se habían refugiado de la crecida de las aguas en el techo de sus vivienda, según la televisión ABS-CBN.
El servicio meteorológico local PAGASA prevé que la tormenta, llamada Vinta por este servicio, provoque intensas lluvias acompañadas por vientos sostenidos de 80 kilómetros por hora en Palawan, antes de dejar atrás el archipiélago mañana por la mañana.
Entre 15 y 20 tifones visitan todos los años Filipinas durante la temporada lluviosa que, por lo general, empieza en mayo o junio y concluye en noviembre o diciembre.