El general James Marks, portavoz de la base, indicó que todo el personal ha recibido órdenes de encerrarse en sus oficinas y los familiares de los militares asignados a la base deben permanecer en sus casas mientras la Policía Militar investiga el caso.
La guarnición militar cuenta con unos 3.500 habitantes, entre civiles y militares, y la base es sede de varios mandos del Ejército de Tierra, además de la Universidad de Logística y la Escuela de Armamento.