VALENCIA, España. Con la idea de solidarizarse con otros niños que están pasándolo mal, el pequeño, natural de Valencia (este de España) , pidió a sus amigos y familiares que no le hicieran regalos por su Comunión y que le dieran dinero para darlo a una obra benéfica.
Así consiguió recaudar mil euros que guardó “a buen recaudo” hasta que el pasado sábado los entregó a la parroquia de Nuestra Señora de Monserrat, que cada año reúne fondos para destinarlos a proyectos solidarios.
“La solidaridad no entiende de edades. En ocasiones, los más pequeños son los que más comprenden y se solidarizan con las injusticias”, señalaron fuentes de la parroquia, que valoraron, además, “la lección” que ha dado el menor.