“Este festival era necesario debido a todo lo que pasó en festivales el año pasado”, explica Matilda Hagerman, una estudiante de 27 años rodeada de amigas que ratifican su opinión, en un edificio industrial del puerto de Gotemburgo, la segunda ciudad de Suecia.
Esta joven con largos cabellos rosas y labios púrpura hace referencia a las cuatro violaciones y 23 agresiones sexuales registradas en 2017 por la policía durante el festival de Bravalla, el más importante de Suecia, que este año se anuló.
“¿Qué pensarían de un festival genial en el que solo son bienvenidos los no hombres hasta que TODOS los hombres aprendan a comportarse?”, planteó entonces en Twitter la cómica sueca Emma Knyckare, fundadora del festival.
En la cita se espera a “miles” de mujeres, indicó a la AFP una portavoz, Rebecka Ljung. Varias mujeres con cervezas en la mano y sonrientes transitan por el edificio, al que no pueden acceder ni los agentes de seguridad ni los periodistas hombres. Dos escenarios principales acogen desde la noche del viernes y durante dos días a varias artistas, la mayoría de ellas suecas.
En el exterior hay asientos rosas para que el acontecimiento sea un lugar de convivencia diferente a los demás. “Este es un lugar en el que una se siente segura y donde las mujeres pueden simplemente conocerse, divertirse, estar de fiesta... sobre todo después de las agresiones ocurridas en los otros festivales” , celebra Julia Skonneby, una música de 34 años.
“Es como si se hubiera disipado una cierta tensión. Estamos aquí para hacer una declaración juntas”, confirma Hanna Gustavsson, diseñadora de 31 años, en un juego de palabras en inglés con el nombre del festival, Statement.
El festival recibió para su lanzamiento 500.000 coronas suecas (47.000 euros; 54.700 dolares) gracias a la financiación participativa. Statement considera transgénero a la “persona que no se identifica con el sexo asignado al nacer”, por lo que las mujeres transgénero, con sexo masculino al nacer, también son bienvenidas al festival.
Suecia es uno de los países más respetuosos del mundo en materia de igualdad entre hombres y mujeres. Tras recibir varias quejas, la agencia gubernamental para igualdad pidió al festival que precisara qué entendía por “hombres cisgénero”, los hombres que se identifican con su sexo biológico y por tanto vetados en el festival.
“Queremos asegurarnos de que el festival es compatible con las leyes” contra la discriminación, explicó a la AFP el portavoz de la agencia, Clas Lundstedt, quien prometió una respuesta dentro de pocas semanas. Otra de las participantes en el festival considera que el hecho de que se prohíban los hombres es algo bueno. “No creo en la separación completa entre hombres y mujeres pero creo que es muy importante tener este festival, especialmente hoy en día” .
Según el Consejo sueco para la Prevención de la Criminalidad, 4,1% de las mujeres declaran haber sido víctimas de violencias sexuales contra 0,6% de los hombres.
Emma Knyckare destaca en declaraciones a la AFP que la onda del #MeToo puso de actualidad “problemas graves” en Suecia, no solo en los festivales de música, sino también en el seno de muchas instituciones. “Tenemos la impresión de que a los hombres se les abrieron los ojos sobre la envergadura del problema de la violencia sexual”, recalcó Knyckare .