Las urnas abrieron a las 06H00 (11H00 GMT) en el este del país y se espera una alta participación en un comicio que genera mucha expectación. El nombre de Trump no figura en las papeletas de estas elecciones, pero hace semanas que el inquilino de la Casa Blanca ha reiterado que se trata de un referéndum sobre su presidencia.
En el comiciio están en juego las 435 bancas de la Cámara de Representantes, 35 escaños en el Senado, 36 gobernaciones, además de varios cargos locales como alcaldes, jueces y sheriffs. En las primeras elecciones de mitad de mandato, los presidentes suelen perder terreno en el Congreso, aunque Trump, que durante su gestión llevó al desempleo a un mínimo de 3,7%, podría tumbar este precedente.
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Ante el riesgo de que un avance de los demócratas en el Congreso haga trastabillar su programa de gobierno, Trump emprendió en la hora última de la campaña un maratón por tres estados que terminó con un mitin en Cape Girardeau, en Missouri, donde afirmó que “la agenda republicana es el sueño americano”.
“La seguridad y la prosperidad están en juego en esta elección”, aseveró en ese último acto, acompañado de su hija Ivanka. La campaña estuvo marcada por violentos incidentes: el envío de paquetes con explosivos a prominentes líderes opositores y la masacre en una sinagoga en Pittsburgh donde murieron 11 personas. La polarización de la sociedad llegó a cotas nunca vistas y cuando el presidente acudió a honrar a las víctimas, una manifestación de unas 1.000 personas salió a su encuentro.
Para los demócratas, esta es una oportunidad de frenar el poder de un presidente al cual acusan de provocaciones racistas y de atizar las divisiones con tal de ganar votos. En casi dos años de gobierno desde su sorpresiva victoria en 2016, el caótico e imprevisible Trump ha contado con las dos cámaras, pero en estas elecciones de mitad de mandato el equilibrio de poderes en el Congreso podría cambiar.
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En un editorial publicado el lunes en Fox News, Trump dijo que Estados Unidos “tiene la mejor economía de su historia y que la esperanza finalmente ha vuelto a las ciudades y a los pueblos” del país. Pero para consternación de muchos de sus correligionarios republicanos, en la última semana Trump -en lugar de destacar sus logros- ha preferido centrarse en un duro discurso -que algunos califican de racista- en el que ha denunciado la inmigración ilegal como una “invasión”.
A pocos días de las elecciones, Trump envió a más de 4.800 efectivos a la frontera con México y sugirió que si los migrantes centroamericanos que marchan por miles en caravanas hacia Estados Unidos tiraban piedras a los agentes, éstos podrían responder con tiros, aunque después se retractó.
La gran incógnita y la clave de los resultados será la participación, que en las elecciones de mitad de mandato suele ser baja y en 2014 fue de 41,9%.
Un indicio del interés que generan estos comicios es que más de 30 millones de votos anticipados ya habían sido emitidos en los estados que permiten esta modalidad, frente a una cifra de 22 millones en los comicios de hace cuatro años.
“Las elecciones de mañana pueden ser las más importantes de nuestras vidas”, dijo el lunes el ex presidente demócrata Barack Obama, que durante el fin de semana salió a hacer campaña para aupar a un demócrata cuyo escaño peligra en Indiana.
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En medio de la expectación, las agencias de inteligencia y seguridad emitieron una advertencia frente a la amenaza de las injerencias extranjeras, asegurando que hasta ahora no había ningún indicio de que la infraestructura electoral haya sido comprometida.
Pero la vigilancia era máxima y la red social Facebook anunció en la noche del lunes que bloqueó unas 30 cuentas en su plataforma y otras 85 en la red Instagram por preocupaciones de que pudieran estar vinculadas con entidades extranjeras y destinadas a interferir con las elecciones.
Estas elecciones también marcan el debut de nuevos rostros que han irrumpido como grandes promesas en el panorama político. Una de ellas es la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, que tras imponerse sorpresivamente en las primarias demócratas en septiembre en el distrito del Bronx y de Queens, ahora se encamina a convertirse en la mujer más joven en ser electa para la Cámara de Representantes.
Cuando derrotó al veterano Joe Crowley, la joven de origen puertorriqueño dejó a todos boquiabiertos y ahora esta latina, que se define como socialista, se transformó en el símbolo de una ola de mujeres demócratas pertenecientes a minorías que están revolucionando a la élite del partido.
En estas elecciones, la comunidad latina, que constituye la minoría más grande del país con 59 millones millones de personas, podría batir récords de representación. La interrogante es cómo se comporta este voto, de unas 29 millones de personas, ante la retórica contra la inmigración de Trump, que en las elecciones de 2016 fue apoyado por un 30% del electorado latino.