El diario independiente South China Morning Post publica hoy la historia de Gao, de 28 años, quien sobrevivió bebiendo agua de manantial y comiendo insectos.
Cuando fue descubierto por el dueño de las trampas, este lo liberó pero le dejó abandonado a su suerte en un bosque de la provincia de Zhejiang (este), donde fue descubierto por otro hombre el pasado domingo.
Según explicó Gao, quedó atrapado en la trampa mientras trataba de caminar hacia la ciudad de Lishui y fue liberado por el hombre que había colocado la trampa ilícita casi dos semanas después, pero este se negó a ofrecer más ayuda.
Gao comenzó entonces a gatear para ponerse a salvo y fue encontrado el pasado domingo, después de que un aldeano que había ido a pescar a un lago cercano lo escuchó pedir ayuda y llamó a la Policía.
El joven perdió 15 kilos durante su traumática experiencia y está siendo tratado en un hospital de la ciudad de Hangzhou. Según el informe médico, las lesiones graves en su pierna izquierda podrían causarle la amputación de la misma.
La Policía ahora está tratando de encontrar la trampa ilegal, así como a su dueño, y se está investigando si es cierto que Gao fue abandonado en la montaña.