SIMI VALLEY, Estados Unidos (AFP). La ceremonia religiosa se celebró en la Biblioteca y Museo Presidencial Ronald Reagan situada en la localidad de Simi Valley, al noroeste de Los Ángeles, donde reposan los restos del exmandatario desde que falleciera en junio de 2004.
Representantes de nueve familias presidenciales estadounidenses acudieron a la ceremonia, entre ellos la esposa del mandatario Barack Obama, Michelle, y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, quien decidió interrumpir su campaña electoral para participar en el acto.
Entre los miembros de la clase política estadounidense también figuraban el expresidente George W. Bush y su mujer, Laura, la exprimera dama Rosalynn Carter y Caroline Kennedy, hija del exmandatario John F. Kennedy.
Se esperaba también la presencia de varias figuras de Hollywood como Anjelica Huston, Bo Dereck, Tom Selleck, Gary Sinise y John Stamos, así como Tina Sinatra y Melissa Rivers -las hijas de Frank Sinatra y Joan Rivers-.
La ceremonia se abrió con una actuación musical del Coro avanzado femenino del liceo de Santa Susana y Abbe Road A Cappella, y música instrumental de La banda de la Primera División de la Marina, Marine Corps Camp Pendleton.
Stuart Kenworthy, el pastor de la Catedral Nacional de Washington, dirigió la ceremonia, cuyo programa incluye el recitado de una carta de Ronald Reagan a su esposa, por el primer ministro canadiense Brian Mulroney.
También se esperaba que el jefe de gabinete bajo Ronald Reagan y George H.W. Bush, así como los hijos de Reagan -su hija Patti Davis y su hijo Ron Junior- leyeran elegías fúnebres.
Durante los dos últimos días, miles de ciudadanos han desfilado por la fundación para decir adiós a Nancy Reagan, que falleció el pasado domingo a los 94 años en su casa del barrio angelino de Bel Air por una insuficiencia cardíaca.
Ronald y Nancy Reagan se conocieron en los años 50 cuando ambos luchaban por triunfar como actores y siempre mantuvieron una estrecha relación con el mundo del entretenimiento.
El funeral seguirá todas las instrucciones que la exprimera dama dejó escritas.
Nancy Reagan pasó a la historia por ser mucho más que la primera dama de Estados Unidos entre 1981 y 1989. Fue la sombra y la mejor consejera de su esposo durante los momentos cruciales de su mandato, además de su fiel protectora, lo que le valió numerosas críticas.
“Redefinió el papel de primera dama”, reconoció Obama tras su muerte.
Participó activamente en las campañas electorales de Reagan, dio su visto bueno a las personas que formaron el gabinete de gobierno, apoyó a su esposo en su estrategia para desmembrar a la URSS y abanderó la lucha contra las drogas.
Además se enfrentó al partido Republicano de su esposo respaldando las investigaciones con células madre.
Nancy Reagan también se convirtió en la voz de las familias afectadas por el Alzheimer, la enfermedad que sufrió su marido durante una década hasta su muerte en 2004.
La pareja se casó el 4 de marzo de 1952 y tuvo dos hijos, Ron y Patti. El expresidente tuvo otros tres vástagos con su primera esposa.
El mayor deseo de Nancy Reagan al morir era regresar al lado de su marido.
“Fue todo lo que siempre quise en un hombre, y más”, dijo sobre el expresidente en su biografía.