Los ministros intentarán alcanzar un acuerdo sobre la propuesta que Reino Unido puso en primer lugar sobre la mesa de incluir a la milicia chií en ese listado.
La consideración del brazo armado de Hizbulá como grupo terrorista es un asunto que los Estados miembros ya han abordado a diferentes niveles previamente, sin haber logrado, por el momento, un consenso.
La medida, que también ha sido reclamada en numerosas ocasiones por Israel y Estados Unidos, requiere la unanimidad de los Veintiocho, que tradicionalmente se han mostrado divididos sobre la cuestión.
“Hay un consenso emergente”, destacaron fuentes diplomáticas, que explicaron que el Servicio Europeo de Acción Exterior ha hecho una propuesta que los ministros deberán discutir que deja claro que la inclusión de la milicia en la lista de grupos terroristas “no impide el mantenimiento del diálogo con todas las fuerzas políticas ni el suministro de ayuda financiera o humanitaria” al Gobierno libanés.
Aseguraron, asimismo que, si se dan los criterios para justificar su inserción, la idea es que la decisión “no afecte indebidamente a la estabilidad del Líbano”.
Fuentes comunitarias reconocieron, por su parte, que el asunto “es un tema extremadamente delicado, muy sensible”, que “debe ser tratado con mucha prudencia”.
Aunque países como Malta o Irlanda aún muestran reticencias, según las fuentes, los Estados miembros cada vez han ido respaldando más la propuesta, especialmente a raíz de la investigación del atentado suicida que causó la muerte a seis personas hace un año en Bulgaria o de la condena de un miliciano que planeaba un atentado terrorista contra intereses israelíes en Chipre.
El Gobierno búlgaro indicó el jueves, en el primer aniversario del ataque, que la autoría del atentado está clara aunque no tiene evidencias firmes contra Hizbulá que puedan usarse en un proceso judicial, para lo que pidió dejar más tiempo a la investigación.
Fuentes comunitarias recalcaron que los planes de considerar al brazo armado de Hizbulá como un grupo terrorista son una reacción de la UE ante “terroristas que se resguardan en territorio europeo”.
Descartaron que tengan que ver con la intervención de Hizbulá en Siria en favor del régimen del presidente Bachar al Asad en su lucha contra la oposición.
Por su parte, las autoridades libanesas solicitaron el jueves a la UE que no incluya al grupo chií en su lista de organizaciones terroristas, al considerar que “Hizbulá constituye un componente fundamental de la sociedad libanesa”.
El embajador libanés en Bruselas tenía previsto explicar hoy a altos funcionario del Consejo de la UE ese mensaje de su gobierno, según fuentes europeas.
La inclusión de una organización en la lista terrorista europea supone la imposición de mayores medidas de control y un bloqueo a los activos económicos del grupo, y se rige por estrictos procedimientos legales para permitir defender el caso en los tribunales, donde en alguna ocasión la UE ha sido derrotada.