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Donestk, sobre el ejemplo de Crimea, pide la anexión a Rusia“para restablecer la justicia histórica”, excluyendo otra consulta, mientras que Lugansk se dirige a Kiev para sugerir una reforma constitucional por un país federal, como sostiene Moscú.
Mientras Estados Unidos y Europa ratifican que no reconocerán un referendo “ilegítimo”, el Kremlin concede una cauta aperturaal afirmar que respeta la “expresión de la voluntad popular” y destaca “la alta afluencia pese a los intentos de fracaso de laelección”.
Moscú fogoneó además el diálogo directo “entre los representantes de Kiev, Donetsk y Lugansk”, con la mediación de la Organización de la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE), y el fin de la operación militar.
La postura en ese sentido fue ratificada por el canciller ruso, Serguei Lavrov, quien no ve la utilidad de nuevos coloquios de a cuatro (Estados Unidos, Rusia, Unión Europea y Ucrania) porque no resolverá nada sin la participación de losopositores al régimen de Kiev al diálogo directo sobre la salida de la crisis”.
El presidente de la OSCE, Didier Burkhalter, fue quien destacó el importante matiz de la postura de Rusia, que “expresó respeto pero no el reconocimiento del referendo”.
El Kremlin duda con una postura distinta a la asumida con Crimea, consciente de que se trata de situaciones diferentes y un riesgo demasiado elevado la anexión.
Con el resultado del referendo en el fondo Moscú obtuvo un resultado en el tire y afloje con Kiev y Occidente.
Además del tema energético, reflotado hoy por el premierDmitri Medvedev, que ordenó cobrar el pago anticipado de laprovisión del gas y amenazó con cerrar el grifo el 3 de junio.
Estados Unidos y la Unión Europea hicieron hoy un frente común contra el referendo separatista, alineándose con el presidente ucraniano interino, Oleksandr Turcinov, según el cualse trata de una “farsa de propaganda” sin efectos jurídicos, conuna participación de entre el 24% y 32%.
A contrastar la legitimidad salieron hoy la Casa Blanca, el Consejo de los cancilleres europeos, el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, quien desde Kiev amenazó con sanciones contraRusia ante el incumplimiento de frenar la escalada de tensión, yla canciller alemana, Angela Merkel, que quiere “una solución pacífica y diplomática”. Alemania continúa en primera línea en el diálogo con Moscú.
Mañana el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, viajará a Kiev y al este ucraniano para intentar apoyar los esfuerzos de la OSCE de un diálogo nacional.
El mediador de la OSCE, Wolfgang Ischinger, es alemán, exembajador de Estados Unidos y Gran Bretaña que participó en las negociaciones de Dayton sobre Bosnia y en la ampliación de la OTAN en Europa, además de presidir la Conferencia de Munich sobre seguridad.
En tanto, los esfuerzos diplomáticos son una carrera contra el tiempo (el 25 de mayo hay presidenciales con las dos regiones que apuestan al boicot).
Por su parte, Kiev prosigue con la ofensiva militar en el este, en particular en Sloviansk, bastión de la protesta separatista; pese a las numerosas detonaciones hoy no hubo víctimas.
Igor Strelkov, el comandante de las fuerzas de autodefensa prorrusas del sudeste, sospechado por Kiev de ser un profesional ruso de los servicios secretos, fue designado ministro de Defensa y comandante de la “nueva república de Donetsk”.
Strelkov anunció un régimen antiterrorismo contra los que ahora se convirtieron en “fuerzas de ocupación”.
Kiev desmintió la muerte de Valeri Androshchuk, el comandante de la policía de Mariupol, anunciada el domingo por los prorrusos, sino que fue liberado.