“No daremos pasos que empujen a Turquía a una aventura”, aseguró Davutoglu en una entrevista televisada el jueves por la noche.
El primer ministro explicó que el envío de vehículos blindados es un medida ante “situaciones que pueden amenazarnos desde el otro lado de la frontera”, en referencia a los yihadistas del grupo Estado Islámico y a las milicias kurdas que los combaten.
“Esas medidas no deben interpretarse como que Turquía entrará en Siria. Pero en caso de una evolución (de acontecimientos) que pueda amenazar la seguridad de Turquía, no esperaremos al día siguiente” (para reaccionar), advirtió.
Algunos analistas han señalado que el despliegue militar también es una medida preventiva ante el temor de que los combates en el lado sirio de la frontera provoquen una nueva oleada de refugiados hacia Turquía, que acoge ya a dos millones de sirios que han huido de la guerra civil.