Trump viajó a Baton Rouge (Luisiana) para hacer campaña por un candidato republicano que aspira a llegar al Senado federal en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en el estado, pero acabó dando un mitin muy parecido a los que ofrecía a diario durante la campaña previa a los comicios del mes pasado.
“Los olvidados ya no están olvidados. Vamos a defender todos los empleos estadounidenses”, dijo Trump, quien asumirá el poder el próximo 20 de enero.
“Ustedes están en el negocio de la energía, más que ningún otro estado. Vamos a ver refinerías y oleoductos y muchas cosas más. Vamos a cancelar las regulaciones que acaban con los empleos (en la industria de los hidrocarburos)”, prometió el presidente electo.
Trump se impuso el mes pasado en estados como Luisiana, Texas y Oklahoma, tradicionales productores de hidrocarburos que han visto con escepticismo la transición a energías limpias impulsada por el actual presidente, Barack Obama, para combatir el cambio climático.
Durante la campaña electoral, Trump abogó por “cancelar” el acuerdo sobre medioambiente alcanzado en 2015 en París y suscrito por más de 170 países, y esta semana eligió a un escéptico del cambio climático, Scott Pruitt, para liderar la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en inglés) .
En el mitin de hoy en Luisiana, Trump recorrió muchos de los que fueron sus temas de cabecera durante su campaña, como su promesa de “renegociar” los acuerdos de libre comercio de EE.UU., de recortar los impuestos a las empresas y de construir un muro en la frontera con México.
“Vamos a construir un gran muro y detener la inmigración ilegal”, sentenció Trump mientras el público coreaba “Construye ese muro”.
El presidente electo hizo campaña a favor del republicano John Kennedy, el tesorero del estado de Luisiana, quien se enfrenta este sábado al demócrata Foster Campbell para ocupar un asiento que queda vacante en el Senado federal, después de que ninguno de los dos lograra la mayoría necesaria en las elecciones de noviembre.
Si Kennedy, que es el favorito en las encuestas, gana la segunda vuelta este sábado, los republicanos tendrán a partir de enero una mayoría de 52 asientos en el Senado, frente a los 48 demócratas.