“No se me han concedido autoridades adicionales”, dijo Rogers, quien lidera el Comando de Ciberdefensa de EE.UU., en una comparecencia ante el comité de Servicios Armados del Senado.
Rogers precisó ante los senadores que para cambiar las prioridades de la agencia requiere de “una decisión política que indique que hay una dirección específica para hacerlo”.
“El presidente tomaría esta decisión en última instancia de acuerdo con recomendaciones del secretario de Defensa”, agregó. No obstante, indicó que ha instado al comando de ciberdefensa a “iniciar algún trabajo específico” en el tema, sin ofrecer más detalles, ya que se trataba, dijo, de información clasificada.
Durante su comparecencia, Rogers insistió en que todavía ve a Moscú como una amenaza a las elecciones legislativas de 2018, algo que expresó a comienzos de mes en una audiencia similar junto con otros jefes de la inteligencia estadounidense.
“No debería haber duda de que Rusia percibe sus pasados esfuerzos como exitosos y ve las elecciones medio mandato en EE.UU. de 2018 como un objetivo potencial para las operaciones de influencia rusas”, añadió.
El Departamento de Justicia, a través del fiscal especial Robert Mueller III, lleva a cabo una investigación sobre la posible injerencia rusa en los comicios presidenciales de 2016 y la coordinación del Kremlin con la campaña de Trump, y ha presentado cargos formales contra 19 personas, entre ellas 13 ciudadanos rusos.