En una seguidilla de tuits, el mandatario estimó que esa medida podría ser determinante: “Una escuela ’sin armas’ es un imán para la gente mala”, lanzó, despertando el rechazo de una parte de la comunidad educativa y de legisladores republicanos y demócratas.
Trump ya había respaldado esa propuesta durante una reunión el miércoles en la Casa Blanca con sobrevivientes de la matanza en una escuela secundaria de Florida, que dejó 17 muertos la semana pasada. “Maestros y entrenadores altamente entrenados y adeptos a las armas solucionarían instantáneamente el problema, antes de que llegue la policía. GRAN PODER DISUASIVO”, escribió Trump.
El mandatario estimó que 20% de los docentes, aquellos adeptos a las armas y con “antecedentes militares o entrenamiento especial” podrían portar “armas ocultas”, lo que les permitiría “inmediatamente responder los disparos si un psicópata salvaje entra a una escuela con malas intenciones”.
“Si un ’tirador psicópata’ sabe que una escuela tiene un gran número de maestros expertos en armas (...) nunca atacará esa escuela (...) Problema solucionado”, señaló. Luego, el presidente incluso mencionó la posibilidad de dar “bonos” a quienes porten armas en los salones de clases, aunque sin dar más detalles.
Tras el tiroteo en Florida, Trump ha dicho que promoverá controles a las compras de armamento y propuso prohibir un dispositivo que permite convertir armas semiautomáticas en ametralladores.
Pero la insistencia del mandatario en armar a los docentes levantó una ola de rechazo. “Los padres y educadores rechazan abrumadoramente la idea de armar a personal de las escuelas”, dijo Lily Eskelsen García, presidenta de la Asociación Nacional de Educación (NEA), la mayor unión de profesionales de Estados Unidos con casi tres millones de miembros.
“Traer más armas a nuestras escuelas no hace nada por proteger a nuestros estudiantes y educadores de la violencia”, agregó.
Randi Weingarten, jefe de la Federación estadounidense de maestros, condenó lo que llamó una “carrera armamentista” y los esfuerzos para “convertir a las escuelas en fortalezas militarizadas al armar a los maestros”.
Para la profesora Melissa Falkowski, quien escondió a alumnos en su salón durante el tiroteo en la secundaria Stoneman Douglas, la propuesta es “ridícula”.
“¿Por qué estamos tratando nuestras escuelas como si deberían ser una instalación militar con profesores entrenados como oficiales de policía y personal militar?”, cuestionó en una entrevista con CNN.
Durante un debate la noche del miércoles por CNN, numerosas voces también criticaron ese posible escenario.
“¿Debo formarme como una policía en vez de educar a los niños?”, inquirió Ashley Kurth, también profesora en Stoneman Douglas de Parkland. “¿Debo vestir un chaleco antibalas?”, agregó.
El senador republicano Marco Rubio también mostró sus diferencias con Trump, afirmando su oposición a esa idea. Mientras que el legislador demócrata Richard Blumenthal la tildó de “locura tóxica”.
En la serie de tuits, Trump dijo además que apoyaría causas como elevar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar un rifle o reforzar los controles de antecedentes penales y de salud mental de los compradores potenciales.
Varias personas han destacado el hecho de que el atacante de Parkland, Nikolas Cruz, de 19 años, había podido comprar legalmente un fusil semiautomático, mientras que hace falta tener 21 años para tomarse un trago en Estados Unidos.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA), el poderoso lobby pro-armas que pagó 30 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump, expresó su oposición a toda elevación de la edad legal para comprar un arma, estimando que tal medida “castiga a los ciudadanos obedientes de la ley por los actos malvados de criminales”.
En un paso más allá, el jefe de la NRA, Wayne LaPierre, denunció “la vergonzosa politización” del tiroteo en Florida y tildó de “movimiento venenoso” a supuestos “socialistas” de la izquierda estadounidense y los medios masivos que critican al poderoso lobby.
“Para ellos no es un tema de seguridad, es un tema político”, añadió LaPierre durante una conferencia anual de conservadores, en su primer pronunciamiento público tras el tiroteo de Florida.
LaPierre también pareció coincidir con Trump en promover la fortificación de las escuelas para prevenir más tiroteos. Las escuelas en zonas sin armas son “son blancos abiertos para cualquier hombre loco”, dijo, repitiendo la posición de larga data de la NRA: “Para detener a un hombre malo con un arma, hace falta un hombre bueno con un arma”.
Tras el tiroteo en Florida, los estudiantes sobrevivientes lideran el movimiento #Neveragain (Nunca más) y convocaron a marchas para pedir un mayor control al acceso de armas.