La reunión se desarrolló en la Torre Trump, donde vive y tiene su cuartel general el presidente electo, y se prolongó por cerca de dos horas, según fuentes oficiales.
Trump, que estuvo acompañado de miembros de su equipo, fue informado por altos funcionarios de la Administración Obama, incluyendo los titulares de la CIA, del FBI y de la Dirección Nacional de Inteligencia.
“Tuve una reunión constructiva con los líderes de la comunidad de inteligencia”, afirmó Trump en un comunicado oficial, y agregó que tiene un “tremendo respeto”, por los integrantes de los servicios de inteligencia.
La nota, difundida pocos minutos después de que terminara la reunión, sostiene que “Rusia, China y otros países”, así como distintos grupos y personas, “están constantemente intentando violar la infraestructura informática”, del Gobierno de EE.UU. y de sus instituciones, negocios y organizaciones.
Aun así, añadió, “no hubo absolutamente ningún efecto en el resultado de las elecciones, incluyendo el hecho de que no hubo alteraciones en las máquinas de votación”.
Trump expresó la necesidad de que “se combatan agresivamente y se paren estos ciberataques”, y anticipó que cuando llegue a la Casa Blanca, el 20 de enero, creará un equipo para que le presente un plan con el fin de combatir esas prácticas.