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En un comunicado, los Archivos Nacionales señalaron que por órdenes del mandatario Donald Trump difundieron en línea 2.891 documentos relacionados con el asesinato de Kennedy, el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas.
“Los estadounidenses esperan -y merecen- que su gobierno les otorgue el mayor acceso posible a los (archivos)... para que la opinión pública finalmente se informe ampliamente sobre todos los aspectos de este evento crucial” , dijo Trump en un memorando oficial.
Pero el mandatario señaló que “departamentos ejecutivos y agencias me propusieron que cierta información debe continuar siendo editada por razones de seguridad nacional, legal y de política exterior”.
“No tuve otra opción -hoy- sino aceptar esas ediciones a fin de no ocasionar un daño potencialmente irreversible a la seguridad de nuestra nación”, agregó.
Historiadores han advertido que es poco probable que los documentos contengan alguna revelación explosiva o que aplaque las teorías de conspiración sobre el asesinato.
Se esperaba la publicación de los 3.100 expedientes todavía clasificados como secretos, lo que representa decenas e incluso centenares de miles de documentos.
La decisión de divulgar los archivos está en sintonía con un ley del Congreso de octubre de 1992, que requería que los documentos sobre el asesinato del joven presidente que están en los archivos nacionales se hicieran públicos en su totalidad 25 años después.
Trump acordó demorar la publicación de algunos documentos vinculados al asesinato a pedido de la CIA, el FBI y otras agencias, dijeron fuentes del gobierno, que solicitaron mantener el anonimato.
El mandatario les dio seis meses para exponer las razones que justifiquen la retención de esos documentos, según los funcionarios.
“Hay información sensible en esos archivos”, subrayó un responsable, principalmente relacionada con informantes y su participación en las investigaciones.
Las teorías conspirativas sobrevivirán
La Comisión Warren, que investigó el asesinato del carismático presidente, concluyó en 1964 que el mismo fue cometido por un francotirador solitario, el exmarine Lee Harvey Oswald.
Ese veredicto no logró nunca terminar con la especulación de que existía un siniestro y complejo complot para asesinar al 35º presidente de Estados Unidos.
Cientos de libros y películas, como “JFK” de Oliver Stone (1991) , han alimentado la teoría de la conspiración, señalando a rivales de la Guerra Fría como la Unión Soviética o Cuba, la mafia e incluso al vicepresidente Lyndon B. Johnson.
Los expertos en esta materia estaban ansiosos por conocer estos documentos, pero advierten que no hay que alentar muchas expectativas.
“Muchas personas piensan que con estos documentos van a tener la solución definitiva para este caso”, dijo Gerald Posner, autor del libro “Caso Cerrado” , en donde se llega a la conclusión de que en realidad Oswald actuó solo. Sin embargo advirtió a la AFP : “Eso no va a pasar”.
Sin embargo, se piensa que podrían surgir nuevos elementos en relación a lo que sabía el gobierno sobre Lee Harvey Oswald antes del asesinato, dijo Philip Shenon, autor del libro “Un hecho cruel e impactante: la historia secreta del asesinato de Kennedy” .
“Sabemos, a partir de otros archivos desclasificados, que mientras estuvo allí (en México DF) se reunió con espías cubanos y rusos que en lo más álgido de la Guerra Fría tenían motivos para desear la muerte de Kennedy”, dijo Shenon a la AFP.
Oswald fue a la Unión Soviética en 1959 y regresó a Estados Unidos en 1962, fue arrestado poco después del asesinato de Kennedy y luego de que matara a un oficial de policía de Dallas.
Oswald fue a su vez asesinado dos días después por el dueño de un club nocturno, Jack Ruby, mientras era trasladado a la cárcel del condado.