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La coalición de países fue formada por Francia, Rusia y Gran Bretaña, y cuyo origen se remonta a tratados anteriormente pactados como la alianza franco-rusa de 1871, la Entente Cordiale franco-británica de 1904 y el acuerdo anglo-ruso de 1907.
El bloque surgió como contraposición al crecimiento acelerado de Alemania, (tanto económico como en desarrollo de armamentos modernos), que se erigía como país hegemónico de Europa central junto al Imperio Austrohúngaro. El Imperio Alemán tenía en sus planes aislar y derrotar a sus enemigos naturales, Francia y Gran Bretaña, por lo cual ambas naciones decidieron tomar acciones preventivas.
En tanto, Rusia se unió a la Triple Entente debido a sus aspiraciones territoriales en los Balcanes, al igual que Austria-Hungría, recordó el escribano e historiador, Juan José Benítez.
“Hay que considerar el apoyo de la gran Rusia a Serbia, que era un país independiente desde 1867 y que entre sus objetivos nacionales era el de lograr para sí los territorios de Bosnia Herzegovina anexadas durante los años 1908 y 1909 por el Imperio Austrohúngaro, vinculado a Serbia por lazos étnicos y anhelaba liderar un proyecto de unificación paneslava y el creciente aumento del nacionalismo serbio al que se deseaba anular”, comentó.
Las presunciones de la Entente finalmente fueron acertadas, pues el 28 de julio de 1914 estalló un gran conflicto bélico, tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, en Sarajevo el 28 de junio de ese año.
El asesinato provocó la reacción de Austria-Hungría, que declaró la guerra a Serbia, aliada de Rusia, que inmediatamente comenzó a movilizar su ejército para defenderla. Las declaraciones de guerra se hicieron sucesivas desde ese momento.
Definitivamente la guerra se veía venir desde décadas atrás, pues desde la unificación alemana en 1871 hasta el inicio de la contienda se vivieron años de conflictos, recelos y problemas internacionales, y cada nación comenzó una carrera armamentista con la convicción de que el único camino para preservar la seguridad de sus territorios era mediante las armas (Mary Monte, 2004).
En un principio se aguardaba que la guerra no dure mucho tiempo, pero las batallas se extendía y los recursos para mantenerla se agotaban. Los países en combate buscaron nuevos aliados, a fin de dar un corte definitivo al problema. Es así que a la Triple Entente se unieron Bélgica, atacada por Alemania, además de Japón (agosto de 1914), país aspirante a arrebatar a Alemania sus colonias del Pacífico y sustituir su papel de potencia imperialista en China. Consiguieron además el apoyo de Italia (mayo de 1915), Rumanía (junio de 1916), Portugal (marzo de 1916), Estados Unidos (abril de 1917), Grecia (junio de 1917), China y varios estados latinoamericanos.
Primer gran conflicto armado del siglo XX, la Primera Guerra Mundial o “Gran Guerra” movilizó a más de 70 millones de soldados de los cinco continentes y dejó cerca de diez millones de muertos y 20 millones de soldados heridos.
También dejó millones de muertos civiles y provocó la caída de los imperios ruso, austro-húngaro, alemán y otomano.