Esta medida, que es apelable, afectaría a los aspirantes a las parlamentarias, presidenciales y municipales, según informaron a Efe fuentes judiciales.
Egipto ha convocado elecciones presidenciales para los días 26 y 27 de mayo y celebrará en los próximos meses las legislativas, en el marco de la hoja de ruta trazada por los militares tras la destitución del presidente islamista Mohamed Mursi.
Ninguno de los dos candidatos a la Presidencia -el exjefe del Ejército Abdelfatah al Sisi y el izquierdista Hamdin Sabahi- pertenecieron al PND, por lo que esta resolución en caso de aplicarse afectaría a los candidatos a las parlamentarias, todavía sin fecha.
La nueva Constitución egipcia -aprobada en referendo el pasado enero- no recoge en sus artículos la exclusión de ningún grupo para presentarse a los comicios, a diferencia de los intentos al respecto que hubo tras la revolución de 2011.
En abril de 2012, el Parlamento dominado por los islamistas aprobó unas enmiendas que impedían a los altos cargos del régimen de Mubarak aspirar a la Presidencia, pero estas fueron declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional.
La suspensión de los derechos políticos afectaban a quienes ocuparon los cargos de presidente, vicepresidente o primer ministro, así como a responsables del PND, en los diez años anteriores al 11 de febrero de 2011, fecha en que cayó Mubarak.
Al Sisi, que es el claro favorito y ganó popularidad por su rol en la destitución militar de Mursi, cuenta con el respaldo de la mayoría de los partidos políticos, pero también de personalidades del régimen de Mubarak.