El juicio comenzó hacia las 08:15 GMT y durante esta segunda audiencia del segundo proceso público celebrado en cinco semanas en el pequeño Estado pontificio, Claudio Sciarpelletti, de 48 años, casado, ciudadano italiano, sin antecedentes penales y presunto cómplice del mayordomo, debería conocer su suerte hacia el mediodía.
El proceso se abrió el lunes pasado ante el tribunal del Vaticano, presidido por el juez Giuseppe Dalla Torre, que también presidió el juicio de Gabriele y se celebra en presencia de diez periodistas.
Empleado desde hace 20 años en la secretaría de Estado del Vaticano, Claudio Sciarpelletti, “analista programador”, se encargaba del mantenimiento de todos los ordenadores de los trabajadores de la Santa Sede.
En mayo, fue encontrado en un cajón de su despacho un misterioso sobre que contenía documentos confidenciales. Sciarpelletti confirma que recibió este sobre, pero asegura que no lo abrió.
El informático es sospechoso de haber obstaculizado la investigación al hacer declaraciones contradictorias a los jueces.
Se enfrenta a una pena de entre seis meses y un año de prisión, pero una condena simbólica o la absolución parecen más probables.
El ex mayordomo del Papa Paolo Gabriele testificará en el juicio de Claudio Sciarpelletti. También lo harán Domenico Giani, comandante de la Gendarmería vaticana, uno de sus adjuntos Gianluca Gauzzi Broccoletti, el vicecomandante de la Guardia Suiza William Kloter y el prelado Monseñor Carlo Maria Polvani, responsable de la oficina de información de la secretaría de Estado.