Se trata de la primera incursión china en este perímetro desde que Pekín decretó unilateralmente una zona de identificación aérea (ZAI) que cubre una parte del mar de China Oriental, entre Corea del Sur y Taiwán, y que engloba al archipiélago de las Senkaku.
El anuncio de Pekín sobre esta zona de defensa aérea provocó la cólera de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. Estos países enviaron aviones militares a dicha zona, desafiando las órdenes chinas.
Los aviones que pretenden cruzar esta zona deben presentar un plan de vuelo detallado, mostrar claramente su nacionalidad y mantener comunicaciones por radio permanentes, para “responder de forma rápida y apropiada a las solicitudes de identificación” , so pena de desencadenar “medidas defensivas de emergencia”.