El descarrilamiento no dejó heridos ni muertos, pero interrumpió el suministro de energía hacia la estación Central do Brasil y cortó la circulación de trenes en varios trechos, precisó la empresa SuperVia en una nota de prensa.
Miles de pasajeros tuvieron que bajar de los trenes y caminar por las vías hacia estaciones cercanas o terminales de autobuses, reportó de su lado la prensa. Las autoridades no tenían estimación de en qué momento se normalizaría el servicio.
José Luis Teixeira, fiscal de la agencia reguladora de los transportes en el estadio de Rio, dijo que el tren que descarriló es de la década de 1980. “Eso puede aumentar la probabilidad de casos de este tipo, pero hay varias causas posibles”, señaló citado en el portal de noticias G1.
El denominado SuperVia es un concurrido sistema de transporte hacia la populosa periferia de esta ciudad, una de las sedes del Mundial de Fútbol-2014 y anfitriona de los Juegos Olímpicos dos años más tarde.
Constantemente, la prensa reporta fallas en el sistema.