Cargando...
La federación conocida como FUP anunció su convocatoria a los sindicatos miembros en un comunicado enviado a la prensa por correo electrónico, agregando que la protesta también apunta contra una medida para poner fin a la obligación de la estatal a invertir en importantes proyectos petroleros costa afuera.
La huelga aún debe ser aprobada por los sindicatos miembros. Las leyes laborales de Brasil dificultan que los empleados en puestos esenciales abandonen sus labores, lo que da tiempo a la gerencia para elaborar planes de contingencia. Como resultado, se pueden necesitar entre 10 días a dos semanas antes de que una huelga en Petrobras disminuya seriamente su producción.
La FUP respalda la nacionalización completa de Petróleo Brasileiro SA, como es conocida formalmente Petrobras. Si bien es controlada por el Gobierno, la mayoría de las acciones de la compañía están en manos de inversores no gubernamentales, y sus títulos cotizan en las bolsas de Nueva York y Sao Paulo.
La FUP también se opone a la participación de compañías financieras extranjeras en la industria petrolera de Brasil y quiere revivir el monopolio de Petrobras en exploración, producción y refinación que concluyó en 1997. El 29 de junio, Petróleo Brasileiro SA recortó su gasto a largo plazo en un 41 por ciento a 130.300 millones de dólares, su menor nivel en ocho años.
La compañía dijo que recortó el gasto para poner su plan de expansión en línea con su creciente deuda, la más grande de cualquier petrolera, como respuesta a las consecuencias de un enorme escándalo de corrupción.
Petrobras también dijo que no podrá cumplir con las exigencias de adquirir una participación financiera mínima de un 30 por ciento en los grandes desarrollos costa afuera cerca de Río de Janeiro y Sao Paulo, ni servir como operador de esas áreas, parte de una región conocida como subsal. Un proyecto de ley en el Senado de Brasil busca poner fin a esas provisiones y ha enfrentado una fuerte oposición de la FUP.