El inspector papú Mas Tuman explicó que una turba de personas persiguió a las tres mujeres y las torturó con varas ardientes en un poblado cerca de la ciudad de Mendi, la capital de la provincia de Southern Highlands (centro del país).
Dos de las mujeres lograron escapar y alertaron a la Policía, que rescató a la tercera, aunque esta última decidió después quedarse en el poblado donde fue atacada con el riesgo de volver a ser perseguida, según Radio New Zealand.
En Papúa Nueva Guinea han aumentado los últimos años los ataques contra personas acusadas de practicar la brujería y la magia negra, aunque muchos observadores de este fenómeno creen que se trata de acciones que enmascaran la violencia motivada por los celos o la codicia, agregó la fuente.
En 2013 se cometieron varios asesinatos vinculados con la práctica de la brujería e incluso la joven Kepari Leniata fue quemada viva, lo que motivó una campaña internacional contra estos asesinatos por brujería.
Papúa Nueva Guinea, donde están muy extendidas las prácticas supersticiosas, derogó en 2013 la Ley de Brujería vigente desde 1971, que prohibía practicar “ magia negra o hechizos para causar daño ” y permitía ajusticiar a las personas acusadas de brujería, aunque estas acusaciones son difíciles de probar.
El Parlamento del país aprobó ese año varias enmiendas al Código Criminal para que la pena de muerte se aplique para sancionar los asesinatos, las violaciones agravadas o en grupos o contra menores de 10 años.
Hasta entonces, la pena capital en Papúa Nueva Guinea estaba vigente para casos de traición, piratería y asesinato premeditado, pero no se ha aplicado desde 1954.