En Wynnewood, al sur de Oklahoma City, un hombre de 76 años murió en su casa durante un tornado que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés) calificó de “largo y muy peligroso”.
La segunda muerte, de la que no trascendieron detalles, ocurrió en la localidad de Connerville, al sur del estado, según las autoridades locales. Además de las víctimas mortales, los tornados destruyeron múltiples viviendas en esa zona de Oklahoma.
Los gobiernos estatales en Oklahoma y Texas han urgido en los últimos días a sus ciudadanos a que se preparen para la temporada de huracanes, que empieza oficialmente el 1 de junio, aunque mayo suele llegar cargado de tornados.
“Llamo a nuestros ciudadanos a que se preparen para estas potenciales amenazas lo antes posible, que estén siempre atentos a las condiciones meteorológicas y que acaten las alertas y órdenes de evacuación”, afirmó la semana pasada el gobernador de Texas, Greg Abbott.
En mayo de 2015, el temporal de tormentas y tornados causó la muerte de 30 personas en Texas y Oklahoma.