“Todos los combatientes de Dáesh (acrónimo árabe del EI) se han marchado. No hay resistencia”, declaró a la AFP este portavoz, Sabah al-Numan, precisando que la zona aún debía ser limpiada de minas y trampas explosivas colocadas por el EI antes de su huida.
“Nuestras fuerzas rodean el complejo gubernamental; están controlando todas las entradas y los edificios adyacentes antes de entrar”, explicó Numan.
Ubicada a 100 kilómetros al oeste de Bagdad, Ramadi es la capital de Al Anbar, la mayor provincia de Irak, fronteriza con Siria, Jordania y Arabia Saudita.
Con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, las fuerzas de élite antiterroristas y el ejército iraelí entraron el martes en el centro de Ramadi con el objetivo de reconquistar esta ciudad caída en manos del EI el pasado mayo.