La titular de la entidad argentina de derechos humanos publicaba, año tras año desde 1988, un recordatorio en el diario Página/12, de Buenos Aires, en el que buscaba mantener viva la memoria de Laura, secuestrada por la dictadura militar (1976-1983) el 26 de noviembre de 1977 y asesinada el 25 de agosto del año siguiente.
“Creciste y viviste como apurada, querías modificar el destino de la Patria. Luchar por la justicia social fue tu lema”, escribió de Carlotto en el último de estos avisos.
“Cautiva por nueve meses diste a luz a tu hijo Guido el 26 de junio de 1978 al que acunaste por sólo cinco horas. Lo arrebataron para un destino incierto. Pero la vida nos ha premiado con su encuentro y el 5 de agosto pudimos abrazarlo”, agregó.
La identidad de Ignacio Guido Montoya Carlotto fue restituida tras el acercamiento del joven a Abuelas con dudas sobre su origen y, tras someterse a un análisis genético, se pudo comprobar que era el hijo de Laura y su compañero, Walmir Montoya.
“Quiero entonces, querida hija, recordarte viva. Tendré que despedirme de estos recordatorios”, señaló en el texto.
“Este será el último porque estás viva en Guido, hoy estás con nosotros porque regresaste en él y desde alguna estrella brillará tu sonrisa y dirá tu destello: 'Mamá, hermanos, misión cumplida'”, finalizó de Carlotto.