El primer ministro, Benjamin Netanyahu, envió hoy un mensaje contundente asegurando que su país “hará lo necesario para defender la soberanía y la seguridad” y “seguirá golpeando” ante cualquier intento de ataque. “Dejamos inequívocamente claro a todo el mundo que nuestras normas de acción no han cambiado nada: seguiremos atacando cada intento de golpearnos. Esta ha sido y seguirá siendo nuestra política”, advirtió.
Las autoridades israelíes se mostraron satisfechas con la actuación del sábado. El presidente, Reuvén Rivlin, acudió al hospital a felicitar al piloto y copiloto del avión militar, que resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, y el Ejército anunció que investiga qué fue exactamente lo que sucedió, pero se congratuló de los daños al enemigo.
“Este es el mayor y más importante ataque que las Fuerza Aérea ha llevado a cabo contra las defensas aéreas sirias desde la Operación Paz para Galilea”, en la Guerra del Líbano de 1982, declaró el segundo al mando de la Fuerza Aérea israelí,el general de brigada Tomer Bar.
Bar también aseguró que su aviación atacó doce objetivos alrededor de Damasco que identificó como iraníes y sirios, a la vez que aseguró haber impactado a ocho, provocando “daños graves” a las defensas antiaéreas sirias, según informó el digital Times of Israel.
“Llevamos a cabo un ataque aéreo a gran escala contra sus sistemas de defensa (sirios): radares, misiles, baterías, puestos. Hemos dado un golpe sustancial que, como vemos, ellos tratan de ocultar”, precisó en un comunicado el jefe de la División de Entrenamiento de la Fuerza Aérea, el general de brigada Amnon Ein Dar. Según Israel, sus bombardeos destruyeron ocho objetivos de la Cuarta División de las Fuerzas Armadas de Siria.
El Observatorio de Derechos Humanos sirio aseguró hoy que los ataques israelíes causaron seis víctimas mortales, entre miembros de las fuerzas sirias y combatientes extranjeros. Irán negó por su parte su participación en los hechos, después de que Israel asegurase que el dron que dio origen a los enfrentamientos entrando en su territorio era iraní.
El jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Shamjani, calificó de absurdas las acusaciones y aseguró que “no se lanzan aviones F-16 para tirar un dron” y que la presencia de su país en Siria es únicamente de “asesoramiento”, informó la agencia iraní Fars.
Según el Ejército israelí, el avión no tripulado permaneció en espacio aéreo israelí durante un minuto y medio antes de ser abatido por un helicóptero de combate sobre la ciudad de Beit Shean, cerca de la frontera con Jordania. Se han recuperado sus restos, que muestran “una avanzada tecnología” y se están analizando.
El ministro de Educación israelí y socio principal de la coalición de gobierno, Nafatli Benet, señaló por su parte en una entrevista con el digital israelí Ynet que Israel debe actuar sistemáticamente para debilitar a Irán, “la cabeza del pulpo” que envía sus tentáculos para luchar contra las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) desde Siria hasta Líbano y Gaza.
“Necesitamos emprender una campaña persistente y continua -diplomática, económica, preventiva, basada en la inteligencia- contra las Fuerzas Al Quds e Irán”. Para Benet, esta es la manera de “luchar contra los tentáculos del pulpo, cuando podrías haberlos neutralizado con la neutralización de su cabeza”. Para el ministro, su país debe “crear una ecuación” en la que el ayatolá Jamenei, líder supremo iraní, “también esté pagando el precio”.
Diversos analistas y comentaristas israelíes coincidían hoy en que, pese a la retórica, a ninguna de las partes le interesa que haya una escalada de violencia, que probablemente derivaría en un enfrentamiento abierto y de envergadura entre Israel y la milicia chií libanesa Hizbulá, que supondría daños civiles en ambos países y podría trasladarse también a Siria.