Los talibanes de la región tribal de Mohmand reivindicaron en un comunicado divulgado ayer la muerte de 23 miembros del Frontier Corps que mantenían en cautiverio desde 2010 y lo atribuye a una venganza por la muerte de insurgentes en custodia policial.
En junio de 2012, los talibanes perpetraron una acción similar al decapitar a una quincena de militares tras capturarlos en un combate.
La reciente acción del TTP, que no ha sido confirmada por las autoridades, ha provocado la suspensión de la reunión prevista para hoy entre emisarios del Gobierno y la insurgencia dentro de la ronda negociadora iniciada hace once días.
El portavoz de los delegados gubernamentales, Irfán Sidiqui, afirmó mediante un comunicado enviado este mediodía que este tipo de acciones “dañan el diálogo” y que su equipo se reunirá mañana para analizar la situación. Otro integrante de la delegación, el veterano periodista Rahimulá Yusufzai, declaró a la cadena local Express que la brutal ejecución de los guardias es, de confirmarse, un “incidente preocupante” que “aumenta la presión sobre el Gobierno”.
Por su parte, los tres clérigos del equipo negociador del TTP se han reunido esta mañana en la localidad de Akora Khattak, situada a medio camino entre Islamabad y la localidad noroccidental de Pesháwar. El anuncio de la acción insurgente llega a la vez que numerosos medios locales apuntaban la posibilidad de una tregua inminente por parte del TTP.
Desde su inicio, las conversaciones formales de paz en Pakistán han estado rodeadas de polémica por la intensificación de las acciones de la insurgencia a pesar de su aparente esfuerzo negociador.
El viernes pasado, el TTP reivindicó un atentado suicida contra una furgoneta policial que costó la vida a trece agentes en la ciudad meridional de Karachi.
En las dos últimas semanas han muerto medio centenar de personas en acciones armadas que o bien han sido reivindicadas por el TTP o llevan la firma de los islamistas radicales afines a este grupo.
La actividad terrorista en Pakistán ha aumentado muy significativamente en el último año y se ha roto así la tendencia a la baja iniciada en 2010. Según un informe del Instituto Paquistaní de Estudios de Paz, el año pasado hubo en el país asiático más de 1.700 atentados -un 61 % de ellos perpetrado por el TTP y sus aliados-, en los que murieron cerca de 2.500 personas, un 19 % más que en 2012.