Tsai hizo esta declaración al inaugurar una exposición sobre esas islas, organizada por la Academia Histórica y el Ministerio del Interior de Taiwán.
La reclamación taiwanesa, basada en que la isla se considera heredera de la República de China (el estado chino anterior a la China comunista), entra en conflicto con las de China (idéntica a la taiwanesa), Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunei.
Tsai propuso manejar la disputa territorial de acuerdo con los cuatro principios de respetar el derecho internacional y marítimo, activar un mecanismo multilateral de solución de diferencias, mantener la libertad de navegación y vuelo, y dejar a un lado las disputas para desarrollar conjuntamente la zona.
Taiwán ha intensificado las patrullas alrededor de las islas Pratas y Spratly y ha comenzado a controlar los barcos pesqueros extranjeros que operan ilegalmente en las aguas, dijo Tsai.
La presidenta isleña añadió que Taiwán no busca subrayar el conflicto sino fomentar “valores pacíficos, humanitarios, ecológicos y de desarrollo sostenible”.