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La gruta -ya había dado a entender el premier Prayuth Chan-ocha en una breve charla con la prensa- de todos modos permanecerá cerrada durante meses, tanto porque es temporada de lluvias como para permitir la instalación de las infraestructuras necesarias para recibir a turistas.
Fuera de la gruta está instalado desde hace años un cartel oxidado con la leyenda, en tailandés y en inglés, que afirma “prohibido el ingreso de julio a noviembre” debido a las lluvias.
Cuando el grupo de 12 niños y su entrenador se quedó atrapado, el 23 de junio, no está claro si en la entrada estaba el custodio cuya presencia, en teoría, se requería.