Los casos registrados entre mitad de enero y mitad de abril de este año fueron 965, mientras que los contabilizados de mitad de abril a mitad de julio sumaron 1.363, según un informe policial presentado en Katmandú.
“Nuestras investigaciones muestran que la mayoría de la gente que comete suicidio había perdido sus familias, amigos íntimos, su casa o su trabajo tras el terremoto”, dijo a Efe el inspector general adjunto de la Policía de Nepal, Mingmar Lama. “Los retos sociales se han incrementado después del terremoto y aquellos incapaces de superar la situación parece que se están suicidando”, aseguró este portavoz policial.
El ahorcamiento, el envenenamiento, la inmolación prendiéndose fuego o cortándose con objetos afilados, el ahogamiento y el tirarse desde alturas han sido las formas más repetidas de suicidio, de acuerdo con el informe. El presidente de la Sociedad de Salud de Nepal (NHS, en inglés) , Rishi Ojha, declaró a Efe que “hay necesidad de un adecuado alivio y consuelo psicológico para la gente en riesgo, que debe ser proporcionado para prevenir futuras privaciones y pérdidas potenciales por suicidio”.
Durante el año fiscal 2014-15, de 16 de julio a 15 de julio de un año a otro, los casos de suicidio registrados en Nepal fueron 4.332, más que las muertes por accidentes, 1.573, o por crímenes, 606, según los datos policiales. De acuerdo con el Gobierno de Nepal, el terremoto del 25 de abril dejó, junto a las réplicas que le siguieron, 8.898 personas muertas y 22.309 heridas, así como daños en casi 900.000 viviendas.